Todavía es un desconocido. Las decisiones que están tomando para frenar la expansión del coronavirus se basan en los conocimientos científicos, todavía escasos, sobre el nuevo virus, bautizado como SARS-CoV-2, causante de la enfermedad denominada Covid-19 porque surgió en diciembre del año pasado. Así, hace apenas dos meses que ha nacido y ya ha trastocado la vida de millones de personas y causado más de 4.000 muertos. Pero, ¿qué se sabe a ciencia cierta sobre él? Tres investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC), Isabel Sola, Sonia Zúñiga y Luis Enjuanes, pubilcaron el 4 de marzo un documento en el que se explican lo que se sabe del nuevo coronavirus, las diferencias con sus predecesores y qué se puede hacer para prevenirlo. La investigación la firman Isabel Sola, Sonia Zúñiga y Luis Enjuanes, del Centro Nacional de Biotecnología (CNB)-CSIC, y lleva por título "Estrategias para controlar al nuevo coronavirus SARS-Cov-2". Isabel Sola iróloga del Centro Nacional de Biotecnología está inmersa en el desarrollo de una vacuna contra el virus.
El ejemplo de China: la estrategia de contención y aislamiento funcionó
"La década de 2020 ha empezado con una epidemia causada por un nuevo coronavirus, nombrado SARS-CoV-2. Desde los primeros casos de infección en humanos, a principios de diciembre de 2019 en Wuhan (Hubei, China), hasta ahora (4 Marzo 2020), se han confirmado más de 93.000 infecciones y 3.200 muertes, mayoritariamente en China. Las medidas extraordinarias adoptadas en China han conseguido reducir dramáticamente el número de nuevos casos en este país, confirmando que las estrategias de contención y aislamiento son eficaces para limitar el avance de la epidemia. Sin embargo, el virus ha cruzado las fronteras de más de 80 países en un mundo profundamente interconectado, demostrando una eficiente transmisibilidad. A principios de marzo, los casos fuera de China son ya más del 14%, debido fundamentalmente a la expansión en Corea del Sur, Italia e Irán, lo que significa que todos los países debemos mantener la vigilancia para contener la transmisión del virus".
¿Qué son los coronavirus?
"Los coronavirus (CoVs) son virus emergentes y tienen un origen zoonótico, es decir, aparecen en la población humana de forma inesperada desde reservorios animales. Los murciélagos, mamíferos voladores distribuidos por todo el mundo, son el principal reservorio natural de los CoVs, aunque es frecuente que en la transmisión a humanos intervengan otros animales que actúan como hospedadores intermedios.
¿Cuántos coronavirus se conocen?
"Actualmente se conocen siete CoVs humanos, cuatro de ellos (HCoV-OC43, -229E, -NL63 y -HKU1) causan infecciones respiratorias leves, como los resfriados comunes de invierno. Los otros tres (SARS-CoV-2002, MERS-CoV y SARS-CoV-2-2019) son responsables de infecciones respiratorias que pueden ser graves e incluso mortales.
¿Cuántos muertos causaron los coronavirus conocidos hasta ahora?
"El virus SARS-CoV-2002 apareció en China en 2002, infectó 8.000 personas en todo el mundo y causó la muerte de 800. En 2012, el MERS-CoV emergió en Arabia Saudí y desde entonces ha infectado 2.500 personas y ha causado la muerte de más de 850".
¿Y cuál es la incidencia del nuevo coronavirus SARS-CoV-2?
"Con la información disponible hasta ahora, el nuevo coronavirus conocido como SARS-CoV-2-2019, que causa la enfermedad Covid-19, causa síntomas leves en el 80% de las personas infectadas y más severos en el 20%, incluyendo neumonías que terminan siendo mortales en el 2-3% de los infectados, mayoritariamente personas de más de 60 años y con patologías previas (diabetes, enfermedad cardiaca). Aunque las cifras de mortalidad son inferiores a las de SARS-CoV (10%) y MERS-CoV (35%), el SARS-CoV-2-2019 ha mostrado una mayor transmisibilidad de persona a persona y, lo que resulta más preocupante, parece capaz de transmitirse desde personas prácticamente asintomáticas, lo que dificulta la vigilancia epidemiológica. Se ha observado también que personas que se habían recuperado de la enfermedad volvían a dar resultado positivo en las pruebas diagnósticas, lo que sugiere que el virus podría persistir en distintas secreciones corporales durante cierto tiempo. Estas singularidades del SARS-CoV-2 nos recuerdan que estamos ante un virus nuevo que debemos empezar a investigar para conocer su comportamiento y sus mecanismos de patogénesis".