El grupo investigación quirúrgica, clínica y experimental del IIS Aragón, ha adaptado una mascarilla de terapia respiratoria, habitualmente utilizada en los quirófanos, para que pueda suplir, en caso de desabastecimiento, a las mascarillas de alta seguridad que actualmente se están utilizando para atender a pacientes con coronavirus. "A esta mascarilla se le ensambla un filtro de anestesia y se cierran todos los orificios con cinta aislante", explica la investigadora Marta Baselga. El filtro tiene una duración de 24 horas, pero el resto de materiales son completamente reutilizables, siempre que se sumerjan en etanol del 70%.
Esta propuesta, que están intentando mejorar para conseguir unas mascarillas más cómodas para los sanitarios y cuyo filtro tenga una mayor duración, forma parte de una acción de apoyo, impulsada por el IIS Aragón, cuyo objetivo es luchar contra el Covid-19. "La idea es asegurar la presencia de equipos de protección que se pueden crear con material común de los hospitales", detalla Baselga.
Especialmente, después de que este grupo de investigación haya estado varias semanas trabajando en la seguridad y la calidad de los materiales. "Es un primer paso con el que se puede ayudar en una situación complicada", subraya el cirujano e investigador principal del grupo Antonio Güemes, al mismo tiempo que detalla que ya cuentan con cientos preparadas "por si en algún momento falta los elementos de protección respiratoria". Actualmente, existen suministros para el personal que está en contacto directo con pacientes afectados, pero en el supuesto de que no hubiera, se cuenta con esta alternativa.
Conocidos de Taiwan, Filipinas, Mozambique y Estados Unidos ya se han puesto en contacto con él para conocer esta idea. "El mayor punto a favor es que supone un gasto muy pequeño y ofrece una gran seguridad", explica.