Con poco más de treinta años y por primera vez en la historia de la medicina, Biola María Javierre, natural de la localidad oscense de Sabiñánigo, logró desarrollar una técnica que permite conocer qué secuencias reguladoras del genoma controlan la actividad de los genes en cada tipo celular, un paso clave en enfermedades como la leucemia.
En la actualidad, esta licenciada en Biología y Bioquímica por la Universidad de Navarra y doctorada en Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, cuenta con su propio laboratorio. Se trata de un proyecto costoso, que le requiere un gran esfuerzo personal y económico, pero que le está permitiendo hacer lo que más desea en el mundo, investigar para mejorar la medicina regenerativa y el tratamiento de los tumores malignos de la sangre, sobre todo en el caso de los más pequeños, ya que la leucemia infantil es totalmente diferente a la leucemia en etapas más adultas.
Biola ha recibido una beca Junior Leader de posdoctorado de la Fundación ‘la Caixa’, con la que intentará responder a la pregunta: ¿Es el ADN basura importante para el desarrollo de cáncer de sangre?
"En el laboratorio de Badalona dispongo de un equipo de ocho personas. En España hay muy pocos investigadores que cuenten con laboratorio propio, pero yo creo que es la evolución natural, intentar sacar adelante nuestras propias investigaciones, algo que sin ayudas como la que recibimos por parte de la Fundación ‘la Caixa’ sería muy complicado de realizar", matiza.
Su investigación se centra en intentar descubrir nuevos tratamientos más eficaces y menos agresivos contra la leucemia infantil. "Espero que el esfuerzo que estamos realizando desde hace dos intensos años sirva para salvar vidas y para darle esperanza a pacientes y familiares. No hay nada más gratificante en el mundo que ver la esperanza reflejada en sus rostros cuando avanzamos en nuestra meta, pero hay que ser conscientes de que estas investigaciones cuesta mucho tiempo y mucho dinero llevarlas a cabo. Por eso es tan importante seguir destinando recursos a la investigación y no recortando ayudas", concluye.