Se acabó el estado de alarma, pero no la alarma. El coronavirus continúa gravitando. También continúan investigando los científicos. En Zaragoza, Ramón Hurtado, en el Instituto de Biocomputación y Física de Sistemas Complejos (BIFI), abandera junto al inmunólogo Julián Pardo un proyecto para evitar infecciones.
¿Por qué no me da la mano?
No conviene, y para dar el codo…
Lleva usted dos mascarillas…
Exacto. Una, quirúrgica. Y la otra, una FPP2. La más segura es la FPP2, aunque la quirúrgica también evita contagios.
Evitar contagios. Su proyecto acaba de recibir 270.000 euros del Gobierno de Aragón.
Es un proyecto con el inmunólogo Julián Pardo. Me llamó durante el confinamiento y me dijo que en el Clínico necesitaban la proteína S, que está en la corona del virus, para los test serológicos. Por ese motivo, empezamos a trabajar en mi laboratorio del BIFI, en el campus Río Ebro
¿Persiguen una vacuna o un fármaco?
Un fármaco. Una vacuna es una forma preventiva de evitar la enfermedad. El fármaco se toma cuando uno está enfermo. Buscamos bloquear el virus SARS Cov-2 que produce la covid-19.
¿Y cómo lo pretenden hacer?
Comenzando a trabajar con nanoanticuerpos. En ingles, ‘nanobodies’.
Claro, claro, si ‘body’ es cuerpo, ‘nanobodies’…
Trabajamos a escala nano. Un nanómetro es una millonésima parte de un milímetro. Es decir, trabajamos a nivel atómico. Los nanoanticuerpos son más sencillos para trabajar que los anticuerpos humanos.
¿Dónde encuentran los nanoanticuerpos?
En las llamas.
¿En un animal andino…?
Así es. De la llama se extraen los anticuerpos que luego probaremos con modelos adecuados de células humanas. El secreto es bloquear la unión entre el virus y la célula humana, ahí radica nuestra estrategia terapéutica.
Se ha hablado también de las bondades de la dexametasona.
Es un antiinflamatorio. En casos graves, cura a una tercera parte de los enfermos.
La carrera en la búsqueda de la vacuna es frenética…
Ya hay seis o siete vacunas: dos en Estados Unidos, una en China, en el Reino Unido, en Alemania… La del Reino Unido se encuentra ya en fase 3. Es la consecuencia del trabajo de una compañía farmacéutica y la Universidad de Oxford. Nosotros esperamos hacer la fase preclínica en un año. Estamos en fase de obtención de nanoanticuerpos, que los probará Julián Pardo.
¿Y después?
Los probará en células y, si va bien, en ratones humanizados.
¿Ratones humanizados…?
Sí. Son ratones que contienen la proteína ACE2, que es una proteína humana receptora del virus.
¿Es cierto que resulta fundamental el análisis de los azúcares de la proteína?
Por supuesto. Yo soy glicobiólogo. Es decir, estudio los azúcares en las proteínas. Como a todos los virus respiratorios, les encantan los azúcares. El ácido siálico es la clave. La información que le estoy facilitando es muy reciente. Concretamente, de este mismo martes.
Gracias. No cesa de fluir información sobre el maldito virus…
Nunca en la historia de la humanidad ha habido tanta información sobre una patología en tan poco tiempo.
¡Qué importante es respaldar la investigación!
Es muy triste que en España solo se destine el 1,2% del PIB...
¡Pero usted no se rinde!
Nunca me he rendido. Comencé en mi tierra, en Melilla. Hice la tesis en Granada. Después, Leeds, Dundee (allí, en Escocia, nacieron mis hijos). De allí vine a Zaragoza. Soy investigador ARAID. Y también, profesor visitante de la Universidad de Copenhague. No hay que ponerle fronteras a la ciencia...