El Campus de Huesca de la Universidad de Zaragoza impartirá un nuevo título propio de postgrado, el de Experto Universitario en ‘Nutrición y alimentación del niño vegetariano y vegano’. Este estudio, que acaba de completar su tramitación en la institución académica aragonesa a iniciativa de la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte, pretende cubrir las necesidades formativas que genera para los dietistas-nutricionistas y otros profesionales de la salud el incremento del número de familias que optan por estos tipos de alimentación.
Iva Marqués, profesora del grado en Nutrición Humana y Dietética de la capital oscense, coordina esta iniciativa, que pretende lanzar de forma inmediata su primera edición, con el objetivo de que se imparta en formato 'on line' en el primer semestre de 2021
ste postgrado pretende que los profesionales en él formados puedan desenvolverse adecuadamente en la valoración nutricional, intervención y planificación dietética para niños vegetarianos y veganos, evitando desajustes nutricionales en unas etapas clave como son las del crecimiento humano.
Para ello, su programa, que consta de 10 créditos ECTS (los del Espacio Europeo de Educación Superior) y se impartirá a lo largo de tres meses, aborda aspectos como las necesidades energéticas, las ingestas recomendadas y los nutrientes clave para este sector de la población, la elaboración de dietas y menús específicas, su adaptación a diferentes situaciones fisiopatológicas, aspectos gastronómicos de las mismas, así como formación específica sobre la alimentación del lactante vegetariano y vegano hasta los 2 años, y trabajo sobre casos prácticos con pediatras.
“La Academia Americana de Dietética, así como otras sociedades médicas y de nutrición, consideran que las dietas vegetarianas y veganas bien planificadas pueden ser adecuadas para niños de todas las edades”, explica Marqués. Sin embargo, precisa, si no lo están, “de manera similar a cualquier otro patrón dietético mal planificado”, pueden tener consecuencias negativas para la salud y el crecimiento de niños y adolescentes que, recuerda, “son particularmente vulnerables y tienen un mayor riesgo de insuficiencia de nutrientes que los adultos”.