Un buen mantenimiento del sistema inmune es esencial de cara a evitar enfermedades y la entrada de factores externos a tu cuerpo que puedan mermar la salud. Entre los hábitos a adquirir, como el descanso o la actividad deportiva frecuente, se encuentra un consumo de alimentos beneficiosos. En definitiva, una alimentación con el aporte de los principales nutrientes que necesita nuestro organismo para reforzar sus defensas.
En cuanto a los alimentos que son ricos en vitamina C, son en su mayor medida frutas, hortalizas y verduras. Aunque a la mente, cuando pensamos en productos que albergan vitamina C, se nos venga enseguida los cítricos como la naranja, mandarinas o limones, uno de los alimentos que más cantidad de esta vitamina contiene es el pimiento rojo. En cuanto a la verdura, la más importante es la de hoja verde, derivadas del brócoli, la espinaca o la coliflor, entre otros. Las frutas de color también son garantía en este sentido.
Para reforzar el sistema inmunitario también son importantes los frutos secos, como las pipas, las almendras o las nueces -también ricas en vitamina E-. Por otro lado, el ajo contiene una sustancia importante llamada lisina, que estimula el sistema inmunitario. Como nota exótica, la planta del jengibre (habitual en la medicina oriental) tiene un compuesto que se llama gingerol que previene los procesos inflamatorios.
Además de tener en cuenta los alimentos que por sus nutrientes suman importancia de cara al buen funcionamiento de nuestro organismo, no hay que perder de vista el modo en que los cocinamos. Hay que saber que la vitamina C puede ser destruida con el calor. A partir de los 100º los nutrientes se degradan. Por otro lado, no hay que dejar cortada la verdura en agua demasiado tiempo ya que los minerales se diluyen en el agua, o si el tiempo de cocción es excesivo. Por tanto, debemos procurar que la preparación en cocina sea lo más rápida posible y con un uso de agua adecuado.