Este diario nace en las redes sociales, en concreto en Instagram, otro lugar común de este último año y medio. Lo que comienza como un mero entretenimiento se acaba convirtiendo en algo mucho más profundo. Una vuelta de tuerca con el único objetivo de ofrecer una mirada distinta de un escenario y de una situación que, muchas veces, pasan desapercibidas. La larga espera que muchas personas viven en los centros hospitalarios.
“La primera publicación la hice el 15 de marzo de 2021. Habré hecho unas 300 pero solo he publicado 39 fotografías de varios hospitales de Zaragoza”, explica el artista. Eso sí, no se reconoce el lugar en el que se tomaron pues no era el objetivo. “Quería retratar la soledad, el miedo, el agotamiento que se produce en estos lugares, sin importar dónde se encuentren”, acentúa.
En ellas vemos lugares vacíos -algo poco habitual en estos espacios- pero también algunos detalles que simbolizan estas largas esperas como la puerta entreabierta de un baño, las puertas de un ascensor, una hilera de sillas de ruedas apiladas o una cafetería completamente vacía. Las imágenes no van acompañadas por ningún texto pues, en su opinión, una fotografía debe hablar por sí misma.
“Empezó como un pasatiempo, primero empecé con el móvil y poco a poco empecé a coger la cámara. Un día me di cuenta de que los colores del hospital eran muy peculiares, destacando los tonos verdes y los rojos o anaranjados. Era como buscar color en lugares muy grises, y empecé a buscarlos por todos lados”, admite. Era -reconoce- una forma de tratar de sacar algo bueno en un momento muy malo.
Tras pasar tanto tiempo en estos lugares, Oriz ha vivido situaciones de todo tipo, desde las protagonizadas por familiares y amigos hasta por quienes trabajan allí. “Son lugares de paso, personas de paso, pero lo que allí ocurre puede cambiarte la vida por completo”, reflexiona.
“Mi abuela murió por covid en mayo de 2020 completamente sola. Siempre me pregunto si se daría cuenta de esto. Los auxiliares -especialmente-, médicos y el resto del personal sanitario fueron quienes la acompañaron”, rememora. Por eso quería que su proyecto sirviese, a su vez, como homenaje para estos lugares de los que, aunque pasan muchas cosas, nadie se percata. “Quería reivindicar la importancia de estos espacios, de lo que supone también tener que pasar un largo tiempo en ellos, y de la imprescindible labor de quienes hay detrás trabajando por hacer tu paso por allí lo más liviano posible”, admite.
Lo de apoyarse en la creatividad en los momentos más complicados ha sido otra constante en su vida en el último año y medio. “A raíz del confinamiento me reté a hacer una fotografía al día, a pesar de estar encerrado. Tenía su rollo, tratar de hacer lo mejor en un espacio cerrado te obligaba a dar lo mejor de ti todo el rato”, admite. Algo que cambió por completo su visión a la hora de desarrollar su trabajo en espacios tan limitados y le ha servido para agudizar su ingenio a pesar de estar pasando por unos momentos muy complicados, también desde el punto de vista profesional.
A veces pasa que, lo que nace como un proyecto meramente digital se acaba convirtiendo en algo material. Y es precisamente lo que le ha pasado a este 'Diario'. Tras el éxito cosechado en internet, y gracias a un compañero de profesión, se pusieron en contacto con él desde el Ámbito Cultural de El Corte Inglés y le propusieron hacer una exposición: “Será la primera muestra física que realizan desde que llegó la pandemia. Para mí es todo un honor y un orgullo. A veces pasan las cosas cuando menos lo esperas y sin buscarlo”.
La muestra, que contará con una selección de una veintena de fotografías, se inaugurará el próximo 14 de junio, a las 19.00, y podrá visitarse durante todo el mes en la sala de exposiciones ubicada en la segunda planta del centro comercial ubicado en paseo de la Independencia de Zaragoza.