Aunque el Principito nos enseñara que lo esencial es invisible a los ojos, nuestros ojos vieron en el mediodía de este domingo el inmenso abrazo de los zaragozanos a Aspanoa en el estadio de La Romareda. Latía el corazón, pero nuestros ojos veían 15.000 espectadores en la grada (se vendieron 22.000 entradas), cifra sin parangón en este tipo de partidos, que se partieron las manos para aplaudir a los veteranos de la Real Sociedad y del Real Zaragoza. Miran los ojos y late el corazón, decía. Y saltaron al campo las estrellas de antaño, que se dejaron la vida para enseñar su brillo crepuscular. Y junto a ellos, los niños de Aspanoa y sus padres. Niños que han superado la enfermedad o que todavía se encuentran en la pugna, algunos con signos evidentes. No es una recreación del dolor, sino del amor. Todos juntos hasta el centro del campo mostrando carteles con letras bien grandes, monema a monema, hasta construir la sincera palabra ‘Gracias’, con adecuada mayúscula, como mayúsculo era el cariño sobre el césped mostrado. Ya en el centro del campo, el expresidente de Aspanoa, Miguel Casaus, hizo el saque de honor.
Además de en el césped, hubo respaldo masivo en las gradas. Y en el palco, más concurrido que nunca. Quisieron estar y estuvieron Jorge Azcón, alcalde de Zaragoza; Javier Sada, presidente de las Cortes de Aragón; Cristina García, concejala de Deportes; Lola Ranera, portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza; Chema Arnal, gerente del Salud; Mariano Aured, ejecutivo del Real Zaragoza; y Vicente Méndez, por la Federación Aragonesa de Fútbol. En el estadio, muchísimos voluntarios de Aspanoa, además de familiares y zaragozanos que no se quisieron perder esta cita con la solidaridad. Acompañó incluso el tiempo, que en una mañana soleada invitaba más si cabe a la reunión. El personal del Real Zaragoza ayudó en la logística de un evento con una presencia mayor que en la mayoría de los campos de la Segunda División (y bastantes de Primera). El ‘speaker’ del Real Zaragoza, el inefable David García, animó más si cabe esta matinal tan bonita.
Ya sobre el césped, muchísimo cariño. Y también vergüenza torera de unos futbolistas que, pese a que sus tiempos de gloria ya pasaron, no dudaron en someterse al escrutinio global. Incluso siguen jugando bien al fútbol. No pudieron comparecer Xavi Aguado y Cani, pero continúan volcados con la causa. Como Cedrún, que después de los golpes que recibió en el último encuentro, no pudo cuidar el portal en esta edición. Ayer, Andoni animó desde la banda al equipo entrenado por Carlos Royo, que contó con el refuerzo de Movilla. Junto a la seguridad de Paredes, el brío del exentrenador del Real Zaragoza Iván Martínez y Ángel Lafita, sostuvieron al conjunto aragonés. Jugaron: Falcón, Sergio Reinoso, Virgilio, Paredes, Tomás Blesa, Movilla, Iván Martínez, Leo, Moisés, Lafita y Aldea. Y después: Luis, Mané, Tapia, Lolo Franco, Julen, Pardillos, Moreno, Esquiroz, Drago, Hassan, Doñate, Candel y Romea. La Real acudió a Zaragoza con un señor equipo repleto de futbolistas de Primera División de los 90. El enunciado de sus nombres no necesita de más explicación: Arteaga, Orbegozo, Zabala, Asier Pérez, Valverde, Gerardo, Irazoki, Roteta, Urcelay, Goikoetxea y Brit. Después: Cuyami, Sukia, Iturrino, Luis Pérez y Mikel Loinaz. Igual que en la presentación en el Ayuntamiento de Zaragoza, celebrada días atrás, a la que asistió Alberto Górriz, la Real Sociedad ha evidenciado un carácter solidario a la altura del acto. Vencieron los vascos por 1-2, con dos goles de Brit. Por el Zaragoza marcó Ángel Lafita, que además de seguir impecable de chapa y pintura, también sigue teniendo gol. Arbitró Sánchez Gómez, asistido por Paula Melendo, Gema Martín y Sara Garcés. No quiso ser protagonista de nada el cuerpo arbitral. Hoy el protagonista era, por supuesto, Aspanoa.