"En este momento, todas las manos son necesarias". Con esta premisa, y viendo la complicada situación que atraviesa la Comunidad en la séptima oleada de la pandemia, con los contagios descontrolados, una creciente carga de trabajo en los centros de salud y la presión asistencial en aumento en los hospitales, un grupo de enfermeras jubiladas de Zaragoza ha trasladado su deseo de colaborar con Sanidad para reforzar las plantillas: "Estamos listas para ayudar. Queremos arrimar el hombro en este momento crítico".
Una voluntad que comparten Felisa Hernández, Alicia Marzo, María Asunción Sánchez, María de los Santos Alcalá, María Isabel Gonzalvo, Gloria Millán, Montserrat Lasheras, Elena Brau o Inmaculada Cuesta, nueve enfermeras jubiladas que ponen voz a un colectivo más amplio de profesionales sanitarios retirados que ya han colaborado en otras fases de la pandemia.
"No queremos sustituir a nadie -aclaran-, sino ayudar". Buscan poner su formación "al servicio" de la sociedad, coinciden, porque los centros de salud están "saturados y desbordados" y sus excompañeros "sobrepasados" con una carga de trabajo que, lejos de aminorar, sigue aumentando con cifras récord de contagios diarios: este miércoles casi 4.500.
En marzo de 2020, cuando la primera ola "barrió el sistema sanitario como un tsunami", estas enfermeras jubiladas ya atendieron por teléfono dudas de los ciudadanos. Cuando empezó la campaña de vacunación contra la covid, muchas de ellas se pusieron en contacto con el Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza, al que pertenecieron durante décadas, para echar una mano. El Colegio activó a principios de mayo de 2021 un teléfono dirigido a resolver dudas antes y después de la vacunación, que atendían estas enfermeras jubiladas, en una iniciativa bautizada como ‘Enfermería Info Vacunación’, que da nombre también a un grupo de Whatsapp en el que hay 22 participantes. En total, y durante las siete semanas que estuvo activa esa línea, hasta el 18 de junio, se recibieron más de 350 consultas telefónicas. "Tuvimos una formación previa, nos pusimos al día en vacunas, estudiamos las fichas técnicas, sus posibles efectos secundarios… Estábamos plenamente formadas e informadas", dicen: "Fue una experiencia magnífica que nos demostró a nosotras mismas, y a la sociedad, que seguimos siendo un activo muy útil". Después, solicitaron su colaboración para participar en el punto de vacunación que se habilitó en la subdirección de Salud Pública, en la calle Ramón y Cajal. Recibieron formación específica, aunque finalmente no se contó con su ayuda.
Precisamente, hace unos días el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, coincidiendo con la Conferencia de Presidentes, anunció una serie de medidas para frenar el avance de la onda epidémica, y abrió la puerta a la contratación de personal sanitario jubilado y prejubilado. "Queremos que cuenten con nosotras. Tal vez no estemos en condiciones de acudir a las ucis, pero podemos hacer muchas cosas útiles, como participar y apoyar en los circuitos de vacunación, hacer PCR, rastrear, orientar...". Algo fundamental, dijeron, teniendo en cuenta que las bolsas de trabajo están a cero y no hay posibilidad de sustitución.
Desde el Colegio de Enfermería de Zaragoza, que apoya esta demanda, recordaron que, como ya hizo al principio de la pandemia con los estudiantes, la organización colegial podría cubrir el seguro de responsabilidad civil profesional si fuese necesario.