"Al principio decía que era como bajar a las profundidades de tu océano y allí encontrar un cofre con unas herramientas que jamás habías visto". Así define Marian Cisterna el momento en el que estaba pasando por una depresión. "Lo bueno que tiene la depresión, si algo tiene, es que subes a la superficie con ese cofre, con esas herramientas nuevas que están sin desprecintar, unos recursos que te van a ayudar ya para el resto de tu vida", añade esta zaragozana de 46 años tras haberla superado.
Este jueves es el Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, un trastorno que en Aragón lo padecen en torno a 20.700 personas según datos de julio de 2020. El 6% de los aragoneses mayores de 15 años sufre un cuadro depresivo, un punto superior a la media nacional, según datos que facilita la Asociación Aragonesa Pro Salud Mental.
Marian sintió durante mucho tiempo lo que ella define como tristeza, cansancio, apatía y agotamiento extremo. Sin embargo, el detonante para ponerse en manos de profesionales fue una cita con su médica de cabecera. "Mi doctora me dijo que debería tomar algún tipo de medicación para la depresión y en un primer momento no quise. Dije que no, que no estaba deprimida", recuerda. En el poco pone una frase que en ocasiones se repite mucho y que a la persona no puede sentar del todo bien: "Cuando te dicen que tienes que salir, empezar a hacer cosas. Es como si a un ciego le dices que tiene que abrir más los ojos para ver. Y es que somos personas con el alma rota".
"Entonces fui consciente de que había una enfermedad que tiene un nombre y que se llama depresión"
Durante los seis meses siguientes esa recomendación no abandonó su cabeza. "El consejo me venía a la mente otra vez", añade. Ese pensamiento persistente se convirtió en la chispa que de que debía acudir a un profesional. "Entonces fui consciente de que había una enfermedad que tiene un nombre y que se llama depresión", confiesa Marian. Su psicólogo le guió en ese camino hasta el cofre donde estaban sus "llaves maestras".
Con su experiencia, Marian Cisterna aconseja tres cuestiones a las personas que estén pasando por lo que ella pasó: "Lo primero es que esto le puede pasar a cualquiera. Lo segundo es que hay que ponerse en manos de profesionales y, por último, que se sale".
En cuanto a la cuestión de hablar sobre la depresión, Marian es clara: "Es muy importante que los medios de comunicación difundan sobre depresión, cómo ayudar a los pacientes, que los especialistas de Atención Primaria puedan detectar muy pronto que un paciente está en un proceso de depresión para normalizar, que esto deje de ser tabú". Algo que considera que también puede ayudar a que la sociedad entienda se trata de personas enfermas. "Igual que no da vergüenza cualquier otra enfermedad, esta tampoco", concluye.
(Todos los servicios sanitarios y de urgencias están siempre disponibles para ayudar a las personas de cualquier edad a mejorar su salud mental y pueden intervenir para apoyar y prevenir situaciones de riesgo.
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