"Sustancia grasa que se encuentra en las membranas de varias células y en el plasma sanguíneo". Esta es la definición de colesterol, esa palabra que da cierto respeto escuchar en la consulta de un médico, tanto si el resultado hace referencia al bueno, al malo o a los triglicéridos.
Pero, ¿qué diferencia uno de otro y cómo afectan a salud? El colesterol interviene en varios procesos vitales, como la digestión o la formación de hormonas. La mayoría se produce en el hígado y la sangre es la encargada de dirigir la grasa hasta las zonas del cuerpo donde se necesita.
Esta función se hace en dos viajes. "Uno de ida que se realiza con el colesterol que se recicla y no se acumula, que es el bueno, y otro de vuelta con el sobrante, para almacenarlo o expulsarlo, que es el malo", explica Luis Miguel García, presidente de la Asociación Aragonesa de Medicina Familiar y Comunitaria.
"Esta es la razón por la que tener el malo alto puede derivar en padecer enfermedades cardiovasculares, mientras que si el bueno también está en valores altos su consecuencia para el organismo es positiva ya que ayuda a transportar y eliminar otras formas de colesterol del cuerpo", apunta el facultativo.
Niveles óptimos de colesterol
Se mide en miligramos (mg) de colesterol por decilitro (dl) de sangre y los niveles para controlarlos son los siguientes, según apunta MedinePlus:
¿Cuál es la diferencia entre los triglicéridos y el colesterol?
Prevenir enfermedades cardiovasculares en una de las máximas para mantener a raya el colesterol. Pero existe otro tipo de lípido que se encuentra en la sangre que también es necesario tener en cuenta para prevenir estas enfermedades: los triglicéridos que, a diferencia del colesterol -que se utiliza para construir células y ciertas hormonas- almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al organismo.
Según Mayo Clinic, líder mundial de atención médica e investigación, "los niveles altos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes arteriales, lo que aumenta el riesgo de sufrir accidente cerebrovascular, ataque cardíaco y cardiopatías". Estos son los valores recomendados:
Fuente: Heraldo de Aragón