La investigación concluye que la menor escolarización eleva actualmente los problemas de memoria y orientación de las mujeres en edades avanzadas
Este trabajo ha sido llevado a cabo por seis investigadores de los departamentos de Medicina Preventiva y Salud Pública y de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, del programa de neurociencia del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam)
El deterioro cognitivo no afecta por igual a hombres y mujeres y, en contra de una creencia extendida, no todas las personas tienen pérdidas de memoria o alteraciones en el pensamiento conforme se van haciendo mayores. Además, la menor escolarización durante la niñez eleva actualmente los problemas que sufre el colectivo femenino. Estas son dos de las conclusiones de un estudio liderado por la Universidad de Zaragoza en el que se ha hecho un seguimiento de 2.403 vecinos de la capital aragonesa durante 12 años.
La investigación revela que el 81,7% de los varones que participaron y el 50,2% de las mujeres no sufrieron un declive de sus facultades cognitivas. El trabajo se inició en 1994, cuando ellos tenían una media de edad de 69,8 años y ellas, de 70,6. «Es un dato esperanzador y positivo que las personas mantengan un rendimiento global de su capacidad cognitiva con el paso del tiempo y nos ha sorprendido gratamente«, explica Elena Lobo, investigadora principal de este estudio y profesora titular de Medicina Preventiva y Salud Pública del campus público aragonés.
Tanto en varones como en féminas, la investigación concluye que las personas que han ido más lejos en la escuela conservan mejor la salud cognitiva a lo largo de la vida. De ahí que la mitad de las mujeres padezcan retrocesos en su función cognitiva frente a solo el 20% de los hombres. Lobo está convencida de que en las generaciones actuales, que han tenido un acceso más igualitario a la educación, «esta distancia entre sexos será mucho menor».
Otras diferencias encontradas indican que el deterioro cognitivo en los hombres se asocia más con la dependencia para las actividades cotidianas. Por el contrario, en las mujeres se vincula en mayor medida con la diabetes y con la depresión.
Los resultados del estudio sugieren que las estrategias para mantener un buen nivel cognitivo pueden ser distintas de aquellas para prevenir su degeneración; y, en cualquier caso, diferentes entre los colectivos masculino y femenino.
No obstante, Lobo también añade que el envejecimiento es un «proceso muy heterogéneo intra e interindividualmente porque una misma persona puede tener picos en distintos momentos de su vida».
Este trabajo ha sido llevado a cabo por seis investigadores de los departamentos de Medicina Preventiva y Salud Pública y de Medicina y Psiquiatría de la Universidad de Zaragoza, del programa de neurociencia del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (Cibersam).
A lo largo de los 12 años que se ha prolongado, los 2.403 zaragozanos que han participado han sido entrevistados en sus hogares en cuatro ocasiones por estudiantes de Medicina de los últimos cursos.
Primer estudio que revela diferencias entre sexos
Los resultados fueron presentados este pasado fin de semana en el foro que ha reunido en Zaragoza al Cibersam. Se han publicado además en el ‘American Journal of Geriatric Psychiatry’, la más importante revista internacional en el tema de la salud mental en los mayores.
Se trata, destacan desde la Universidad de Zaragoza, del primer estudio en la bibliografía internacional que documenta diferencias en las trayectorias cognitiva de ambos sexos. Confirma la hipótesis inicial de que varones y féminas envejecen de modo distinto desde el punto de vista de sus funciones cognitivas. En los hombres se han identificado cuatro trayectorias diferenciadas, cada una de las cuales agrupa a subpoblaciones de personas con un patrón similar de envejecimiento cognitivo, y en las mujeres se han identificado tres, distintas de las anteriores.
Esta investigación ha sido llevada a cabo dentro del proyecto Zarademp, un estudio epidemiológico sobre demencia y depresión en los mayores en la capital aragonesa, que ha completado hasta la fecha cinco oleadas de exámenes seriados de una muestra cercana a las 5.000 personas, representativa de la población general con edades de 55 o más años.
Fuente: Heraldo de Aragón