Un nuevo grupo del IIS Aragón (Cancer Heterogeneity and Inmunomics) estudiará las mutaciones de más de 1.000 tumores y su relación con una mejor supervivencia
Al frente la científica turolense Rebeca Sanz, que contará con una ayuda de 60.000€ por parte de Aspanoa para luchar contra uno de los tumores pediátricos más frecuentes
Un nuevo grupo del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón), Cancer Heterogeneity and Inmunomics, acaba de iniciar un proyecto para localizar los puntos débiles de los tumores sólidos más habituales en los niños con cáncer. Lo lidera la científica turolense (natal de Urrea de Gaén) Rebeca Sanz y se pone en marcha gracias a una ayuda de 60.000€ por parte de Aspanoa, la asociación aragonesa contra el cáncer infantil.
Estos investigadores van a estudiar los neoantígenos que generan los tumores, que son fragmentos de proteínas que han mutado en células cancerosas. El sistema inmune reconoce algunas de estas células como extrañas y, por tanto, intenta destruirlas. “Queremos aprovechar los neoantígenos como estrategia para generar terapias contra el cáncer, ya que nuestro propio cuerpo los reconoce. Hay muchos grupos en el mundo que ya están intentando hacerlo con tumores sólidos en adultos, y nosotros vamos a probarlo en cánceres pediátricos”, señala la doctora Sanz.
Desde este nuevo grupo del IIS Aragón se va a estudiar qué tipo de neoantígenos generan estos cánceres infantiles y si el sistema inmune los encuentra y los elimina. Para ello, han recopilado información pública de más de 1.000 neuroblastomas, uno de los tumores pediátricos más frecuentes. Utilizando bioinformática, quieren ver qué mutaciones se repiten y correlacionarlas con la supervivencia, el sexo o la edad.
“Los neoantígenos suelen ser únicos para cada paciente y en ese caso habría que desarrollar vacunas personalizadas para cada niño, que serían muy caras. Pero si encontráramos alguno que se repitiera sería un importante descubrimiento. Lo validaríamos ya directamente en muestras de tumor y se abriría la puerta a una terapia en el futuro”, explica Rebeca Sanz.
Este proyecto tiene un segundo objetivo, que es aumentar el conocimiento que se tiene de los tumores sólidos pediátricos utilizando una técnica muy novedosa que se llama transcriptómica espacial. “De esta manera, conseguiremos caracterizar los tumores infantiles muy al detalle”, indica Rebeca Sanz, que añade que podrán estudiar 20.000 genes en distintos puntos del tumor. “Esto nos permitirá tener una información muy detallada del microentorno de estos tumores, lo que seguro derivará en nuevas hipótesis y líneas de trabajo”, señala.
En concreto, van a estudiar en profundidad sobre todo el neuroblastoma, por su mayor incidencia y porque representa el 15% de la mortalidad actual por cáncer infantil; pero también otros como el tumor de Wilms, un cáncer que aparece en los riñones, o sarcomas infantiles. Las muestras se las facilitará el Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza. De hecho, dos doctoras de la Unidad de Oncopediatría están involucradas en el proyecto: Yurena Aguilar y Alba Fernández. También colaboran en esta investigación el TMELab del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A) y otros grupos del IIS Aragón.
“Esta ayuda de Aspanoa significa mucho para nosotros. Teníamos las técnicas bioinformáticas listas, pero nos faltaba este empujón para empezar a analizar muestras de pacientes de nuestro hospital. Ahora esta línea se queda muy fortalecida porque además nos permitirá contratar a una investigadora posdoctoral”, añade esta investigadora del IIS Aragón.
Imagen: Asier Alkorta