Anabel Forte es estadística y divulgadora científica. Como buena comunicadora de la ciencia sabe quedarse con su público porque engancha a su audiencia con invasiones zombis para terminar hablándoles de modelos matemáticos, de cómo las estadísticas nos ayudan a explicar la farmacocinética en nuestro cuerpo y por qué la calidad científica se resiente si los investigadores solo publican los resultados positivos y se callan los negativos.
Forte, investigadora de la Universidad de Valencia, pasó por Madrid para dar una conferencia titulada '¿Dónde huir cuando atacan los zombis?. La estadística entre la realidad y el modelo'. Y aunque esa era la primera y principal pregunta de esta entrevista, nos fuimos de allí sin respuesta porque la cosa tiene truco: ella trabaja entre la realidad y el modelo, investigando cómo construir un puente para aplicar las fórmulas que nos salven de forma efectiva de los muertos vivientes. Está en ello.
¿Cuánto sabe realmente sobre técnicas para esconderse de los zombis?
¡Pues sé un poco! [risas]. Lo de los zombis surgió porque aparte de hacer matemática estadística, me gusta la divulgación y necesitaba un título para mi ponencia que llamara la atención. Me acordé que, cuando todo el mundo estaba enganchado a 'The Walking Dead', sacaron unos artículos de modelos estadísticos sobre zombis que eran precisamente de los que yo estaba estudiando … Y dije: pues es el enganche perfecto.
¿Modelos estadísticos sobre zombis?
Son modelos que explican cómo se comportan las epidemias: cómo se pasa de ser susceptible a tener la enfermedad, de estar en recuperación a haberse recuperado… Puedes estar en distintas casillas y con un modelo de ecuaciones diferenciales explicamos cómo se pasa de una a la otra y con qué facilidad.
Ecuaciones contra los zombis, deberían explicarlos así en los institutos…
Estos modelos sirven para muchas cosas. Se utilizan también para describir epidemias sociales, como la obesidad, el tabaquismo o el alcoholismo. También en la farmacocinética y la fármacodinámica, que son áreas de la farmacología que nos ayudan a averiguar qué cantidad de un medicamento tenemos que tomar, cómo se distribuye y cuánto tiempo tarda en salir del organismo.
Dice que estos modelos son muy conocidos. ¿Qué hace usted con ellos exactamente?
Sí, esos modelos están muy estudiados y matemáticamente son muy bonitos, pero la realidad nunca es igual que el modelo. Siempre hay un salto entre la realidad y la teoría, y hace falta tenerlo en cuenta porque, si no, la estimación no funciona. A lo que yo me dedico es a ese trocito que hay entre la realidad y el modelo. A ver cómo se puede tener en cuenta esa incertidumbre para que el modelo sea realmente útil.