La psicóloga aragonesa Sara Herrera, responsable de la consulta Psicodiversia, se ha encontrado en este tiempo de coronavirus con varios casos de adolescentes que son reacios a salir de casa. En especial, habla de unos padres "desesperados" porque su hijo de 15 años se encierra toda la tarde en su habitación, tras venir del instituto, llegando incluso a comer y cenar en ella. "Ya tenían problemas de convivencia antes; el joven estaba encerrado en su cuarto jugando a videojuegos. Pero esta situación se agravó con el confinamiento. Está fuera de la vida familiar, ha perdido las relaciones personales físicas y se relaciona a través de internet. La situación es insostenible y da lugar a muchas trifulcas entre ellos", cuenta.
También la psicóloga Alejandra García, especializada en niños y adolescentes, ha visto en su consulta en Zaragoza a chavales que se refugian en sus hogares. "La vida social se ha reducido tanto que se angustian de salir. Evitan la calle porque no se pueden relacionar como antes, porque se agobian de ver grupos de gente y porque se ha propiciado aún más todo lo tecnológico. Se han acomodado a hablar por whatsapp, por redes sociales e instagram. Se han encerrado en sus casas leyendo o viendo series o jugando 'online' con los amigos. Esa es su manera de relacionarse y eso es peligroso; al final reducen su vida social en un momento superimportante para ellos", señala esta psicóloga, que advierte de que estos adolescentes "normalmente" tenían "algo de ansiedad" antes de la crisis sanitaria.
Estos profesionales sanitarios están empezando a ver con más asiduidad casos parecidos. Precisamente, la web de jóvenes Red17.com destacaba hace unos días que casi siete de cada 10 adolescentes españoles prefieren quedarse en casa jugando a videojuegos tras la covid. "Aunque esta tendencia ya era anterior a la pandemia, el nuevo estilo de vida de quedarse en casa 'para no contagiarse' ha cambiado sus rutinas", señalaba.