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¿‘Qué nos queda todavía’ por delante, como dice el título de su vídeoconferencia de esta tarde?
Lo más importante es conseguir vacunar hasta adquirir la suficiente inmunidad para que se pare el número de hospitalizaciones.
¿Las vacunas acabarán con la pandemia?
Acabarán con la pandemia, pero el virus va a continuar circulando y se volverá –me imagino, eso está por ver– estacional, pero los casos serán muchos menos y no causarán una emergencia como la actual.
¿Qué porcentaje de población vacunada nos dará la llave a la normalidad?
No lo sabemos; influyen muchos factores: no solo disminuir la circulación del virus, sino también disminuir la enfermedad en los grupos de riesgo y eso depende de cómo se distribuya la vacuna.
¿Tendremos que aprender a convivir con el SARS-CoV-2?
No se trata tanto de aprender: vamos a estar conviviendo, a lo mejor hasta cambia de nombre, porque SARS-CoV-2 es un nombre muy raro para un patógeno que al final se quede con nosotros durante mucho tiempo porque va a pasar a ser un virus respiratorio más. Si va a causar tantos problemas como la gripe o menos, no lo sabremos hasta que veamos cuántos casos quedan tras la vacunación.
De erradicarlo, ¿nos olvidamos?
Se necesita tanta vacunación que va a ser muy difícil erradicarlo. Hay otros virus, como sarampión o polio, que estamos más cerca de erradicar y que deberían tener prioridad, porque además son más peligrosos que SARS-CoV-2.
Y a usted, ¿ya le han vacunado?
Sí, en el hospital donde trabajo. Después de los doctores y enfermeras que ven pacientes, vacunaron al personal que trabajamos con el virus.
Creo que Nueva York es ejemplo de buen ritmo de la vacunación.
Sí, hoy mismo se ha abierto la vacunación a todas las personas mayores de 16 años.
Comparada con Estados Unidos, Europa va a otra velocidad. ¿Evolucionará distinto la pandemia?
Es muy difícil decir lo que va a pasar en cada sitio. Pueden aumentar los casos porque se tarde más en vacunar por problemas de distribución o porque haya mucha gente que no quiera ser vacunada o porque no se mantengan las medidas y suban los contagios.
Hay gente que siente alivio al saberse más protegida, pero otros se relajan y bajan la guardia.
Hay que saber que la vacuna no es cien por cien efectiva: tienes muchísimas menos posibilidades de ser contagiado y también de contagiar a alguien, pero puede todavía suceder.
¿Hay vacunas mejores que otras?
Si defines ‘mejor’ como eficacia, unas son más eficaces que otras, aunque no se han hecho ensayos de una contra otra. Pero lo más importante no es cómo son de eficientes en disminuir la enfermedad: 95%, 80%, sino si son lo bastante eficientes para inducir inmunidad poblacional, que es lo que hará que volvamos a la normalidad. Y la normalidad no se consigue con que yo me vacune, se consigue con que casi todo el mundo se vacune, independientemente de la vacuna que se use. La inmunidad poblacional se va a lograr con cualquiera de estas vacunas, tienen la suficiente eficacia.
¿Qué les diría a quienes sienten preocupación por los casos de trombos en personas vacunadas con Astra Zeneca?
No hay de qué preocuparse, no hay evidencias de que hayan sido causados por la vacuna. Montarse en un avión supone mayor riesgo de sufrir un trombo que con la vacuna de Astra Zeneca.
La vacuna se ha desarrollado a velocidad de vértigo, pero no así los tratamientos de la covid-19. ¿Por qué es tan complejo desarrollar tratamientos antivirales?
Hemos tenido suerte de que haya sido un virus susceptible a vacunación. En antivirales hay muchos compuestos que se tienen que probar y no sabes cuál va a funcionar. Es cuestión un poco de suerte. Hemos tenido suerte en vacunas, el virus es fácil de contener por vacunación, pero no en encontrar un medicamento que sea accesible a todo el mundo y que pueda acabar con la enfermedad.
Es experto en gripe, ¿tendremos algún día una vacuna definitiva contra la gripe, que evite tener que vacunarse cada año?
En eso estamos trabajando. Es mucho más complicado que conseguir una vacuna contra covid-19. Hay tres cepas muy distintas de gripe circulando y hay que intentar parar las tres; es una vacuna más difícil de desarrollar porque es distinta de las tradicionales.
¿Les esperan muchas sorpresas ‘emergentes’ a los virólogos?
A los virólogos y a todo el mundo. Los virus son siempre muy sorprendentes. No sabemos cuál será el próximo en saltar ni cuándo: puede ser el próximo año o tardar cien años. Hay tanta biodiversidad virológica que en algún momento volverá a haber más virus como este que causen pandemias.