España, tercer país del mundo con más pacientes en ensayos de medicamentos frente al coronavirus
8 junio, 2020Un estudio de la UZ muestra que el confinamiento aumenta el estrés en las mujeres e intensifica la brecha de género
9 junio, 2020El investigador Alberto Jiménez Schuhmacher tiene claro que correrá junto a su familia y amigos la Rainbow Run, la carrera solidaria y virtual de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN a favor del Banco de Alimentos de Zaragoza porque, como dice, la ciencia es solidaria.
–Como investigador, ¿cuál ha sido su reflexión en este tiempo?
–He tenido muchísimas. Diferentes en cada fase de la pandemia. Me he sentido afortunado por estar sanos en casa. Me ha emocionado la respuesta inicial de la población, los aplausos. He apreciado y valorado más la importancia de la sanidad y de la ciencia. He comprobado que España tiene un problema de cultura científica. Y me he cabreado las últimas semanas. Parece que hemos extinguido el «incendio» pero solo lo hemos controlado. Siento vergüenza por lo que vemos últimamente en el Congreso y me estoy dando cuenta de que la educación no es una prioridad en este país.
–A raíz de la actual pandemia, ¿cree que verdaderamente se ha cambiado el chip de ‘gastar’ a ‘invertir’ en ciencia?
–A nivel nacional, con miles de muertos y contagiados, la economía tocada y millones de parados, no se han puesto de acuerdo nuestros «representantes» políticos. ¿Crees que es posible un pacto por la educación, la sanidad o la ciencia? La ciencia nos salvará del covid-19. Y, en España, ¿salvará la pandemia a la ciencia? A ver qué país nos queda. La ciencia no se improvisa. No ponemos dinero ahora y ya está, podemos investigar lo que queramos. Afortunadamente contamos con la tradición y esfuerzo de grupos de investigación que van a ayudar a plantar cara al maldito virus, aunque sea con medios e infraestructuras muy dañados por la crisis anterior.
–¿Qué vinculación encuentra entre el área científica y el sector social?
– Plena. Los científicos trabajamos para tener una sociedad mejor y más justa. Creo que está en el ADN de muchos científicos ayudar en todo lo que se puede, también sin la bata.
–¿Es la ciencia solidaria?
–Mucho. Ser científico no es un trabajo, es una forma de vivir y de entender la vida. Tenemos una visión distinta del mundo. Más global, más humano. De una manera u otra todos colaboramos con asociaciones, centros educativos…
– La ciencia continúa velando por las personas, una acción a la que se suman iniciativas solidarias. ¿Qué le parece la Rainbow Run?
–Es una iniciativa muy buena y muy necesaria. Ojalá recaude mucho y sobretodo que siembre en la conciencia de mucha gente la necesidad de ayudar.
– Y, ¿sobre que el beneficiario de esta iniciativa sea el Banco de Alimentos de Zaragoza?
– Muy acertado. ¿Cómo podemos permitir que nadie pase hambre? Pero en nuestra propia ciudad, junto a nuestra casa... Cuando llegaba la navidad y recogían alimentos en el colegio mi madre nos preparaba bolsas que pesaban una barbaridad y nos dejaban marcas en las manos al llegar al colegio. Las manos no fueron lo único que me marcaron. No se le puede negar alimento a nadie y el Banco de Alimentos de Zaragoza hace una labor esencial.
–¿Va a participar en la carrera?
–Por supuesto y lo haremos toda la familia y amigos. Y además seguiremos apoyando al Banco de Alimentos. Ayudar con la carrera es solo una manera de ayudar simbólica. Todos podemos y debemos ayudar de la mejor manera que podamos.