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19 octubre, 2021GABRIEL TIRADO, PRESIDENTE DE ASPANOA, ASOCIACIÓN DE PADRES DE NIÑOS CON CÁNCER DE ARAGÓN
19 octubre, 2021«La herramienta más fiable para buscar las mejores respuestas a los problemas es la investigación»
¿Por qué decidió estudiar Medicina y dedicarse a la investigación?
Cuando era niño, en mi pueblo, pasé el sarampión. Durante ese periodo se hablaba mucho de un joven que había muerto de esa enfermedad. Era una preocupación muy importante para las personas y un motivo de temor para los demás. Por otro lado, en esa época había una gran discriminación cuando alguien sufría una enfermedad estigmatizadora, como la tuberculosis, de manera que las personas le miraban de forma diferente y transmitían a los demás esa visión. Así que, cuando tuve la oportunidad de estudiar, cosa que no era posible en el pueblo, pensé en todo aquello que podría hacer para eliminar o disminuir el sufrimiento que viví y que también padecieron otros. Cuando tuve que decidir cuál iba a ser mi camino, pensé que lo mejor sería trabajar en aquello que contribuiría a mejorar el bienestar de las personas, tanto físico como social, mental o ambiental.
¿Y qué pensó que podría encajar en esa visión?
Durante el año previo a empezar la universidad tuve grandes dudas que me llevaron a la conclusión de que la mejor forma de realizarme era a través de la Medicina, la docencia y la defensa de los derechos humanos, y a ello es a lo que me he dedicado como médico, como profesor y como ciudadano. Personalmente, me he centrado en la búsqueda de mejores respuestas a los problemas, y la herramienta más fiable es la investigación, por lo que la incorporé en mi forma de vida y en mi trabajo. En este momento, mi visión y mi meta es la mejora de la salud, pero en el concepto de ‘One Health’, ‘Salud Global’, es decir, humana, animal, ambiental, habitacional y urbanística para mantener la salud.
¿Desde cuándo está vinculado al IIS Aragón?
En realidad, participo en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón desde antes de que se formara como tal. Creo que fue una gran idea y me hizo mucha ilusión participar en su creación y colaborar en su crecimiento.
¿En qué consisten sus investigaciones principales?
Mis primeras investigaciones se centraron fundamentalmente en las resistencias a los antibióticos y el diagnóstico de las micosis, así como su manejo y prevención. Actualmente, en el IIS Aragón seguimos investigando, especialmente en la aspergilosis, infección que presenta una gran mortalidad, especialmente en pacientes de UCI, leucemias, cánceres, trasplantados de órgano sólido, etc. Hemos participado en la validación de marcadores diagnóstico en aspergilosis e infecciones invasivas por el género Candida, así como en acelerar el diagnóstico definitivo de las tiñas. En las micosis y en las infecciones por bacterias, una parte importante ha sido, y lo sigue siendo, la búsqueda de métodos diagnósticos más precisos, de tratamientos más fáciles, con menos complicaciones y que dificulten la aparición de resistencias a los antibacterianos o antifúngicos. En este sentido, hemos publicado 40 artículos en revistas de impacto internacional, siendo el más prolífico el que trata sobre el uso de sustancias que al ponerse en contacto con la luz (fotosensibilizantes) producen la muerte de los microorganismos infectantes, permitiendo de esta forma usar menos antibióticos o suprimirlos totalmente.
¿También trabajan con animales?
Sí, para mejorar el tratamiento antibiótico y también prevenir la diseminación a otras personas. Es una línea de investigación de ‘One Health’, que incluye a los animales tanto salvajes como de granja, sobre la importancia que tienen los animales en la transmisión de estos microorganismos resistentes a los antibióticos a las personas. En este contexto, llevamos años colaborando con el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) en el estudio de la eficacia de la vacuna de la gripe, y actualmente de la COVID-19. Un apartado importante para nosotros es la detección y análisis de brotes por bacterias y su tipado para permitir conocer el origen de la infección y la transmisión en relación con los cuidados sanitarios. También trabajamos en el estudio de las infecciones quirúrgicas y su relación con los niveles de vitamina D, y la importancia del aporte de esta vitamina en la dieta o como complemento. Al respecto, una parte muy importante de la salud depende de los microorganismos que están presentes especialmente en el intestino, la microbiota. En este sentido, hemos visto cómo un simple cambio de pan en la dieta desencadena un cambio significativo. Por otro lado, hemos realizado un estudio en pacientes con cáncer de pulmón, demostrando que es diferente en aquellos con cáncer y en los que no lo padecen, unos datos que favorecen la visualización de la enfermedad como un conglomerado de factores, entre ellos uno muy importante como la microbiota, especialmente la del intestino.
¿Cuál es su motivación?
La investigación es una pasión que obliga a la búsqueda continua de la mejora personal y colectiva, ya que permite conocer y analizar los errores cometidos y los beneficios que aportan los nuevos hallazgos para mejorar la vida, en el sentido más amplio: ser humano, animal, vegetal, medio ambiente y microbiota saludable.
¿Qué avances recientes ha logrado?
He participado en el desarrollo de una terapia fotodinámica, un procedimiento que se ha utilizado históricamente como son los baños de sol. Consiste en la aplicación de sustancias que en contacto con la luz se activan. Esta estrategia terapéutica favorece un manejo más personalizado de la enfermedad dependiendo de las características de la persona, animal o ambiente en contacto con los pacientes. En otra línea, he trabajado en mejorar el conocimiento de cómo los microorganismos que infectan o viven en los animales, y cómo ponen en riesgo la salud humana por la transmisión de gérmenes multirresistentes que ponen en jaque las opciones terapéuticas, aumentando así las probabilidades de muerte y de estancia en el hospital, con el sufrimiento personal y familiar que eso conlleva, y, en especial, en el desarrollo de estrategias que disminuyan este riesgo, promoviendo una salud global.
Además de su trabajo, ¿cuál es su otra gran pasión en la vida?
Nunca he considerado un trabajo mi actividad profesional. Me permite servir a la vida individual y colectiva, ya que es una visión de la existencia como ser humano. Disfrutar de mi familia también me hace muy feliz, además de poder colaborar con organizaciones sin ánimo de lucro que llevan la medicina a los lugares más necesitados, que defienden los derechos humanos en cualquier lugar del mundo, el acceso al agua, la comida, las oportunidades para todos, sin tener en cuenta el sexo, la raza, la religión o el estatus social. También me preocupa el cuidado de la tierra como hábitat para todos los seres vivos y la recuperación de una agricultura saludable para quienes la cultivan, para quienes la disfrutamos en la mesa y para el planeta en su conjunto.