Una prueba casera de covid-19 es tan buena como las PCR de laboratorio, según un estudio
4 enero, 2022Tablas salariales 2021
5 enero, 2022El jefe de Microbiología del Hospital Miguel Servet destaca la implicación de todo el personal para afrontar una pandemia que empieza el año tensionando la sanidad, desde urgencias a su servicio, en el que se han analizado 16.000 pruebas PCR en la última semana.
La séptima oleada de covid con la que Aragón recibe el año mantiene tensionado el trabajo en los hospitales desde Urgencias, hospital, y atención primaria, hasta los laboratorios. En el servicio de Microbiología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, situado en la tercera planta del edificio de Consultas Externas, analizan estos días las miles de PCR que se hacen cada día. El volumen de trabajo se ha disparado con el aumento de los contagios, entre los que la variante ómicron ya supone al menos el 50% de los casos.
La última semana del año, de jueves a jueves, se han hecho 16.000 PCR en dicho servicio. En momentos con menos contagios durante la pandemia la cifra se situaba en 2.300. "Ha habido que reorganizar completamente el servicio porque para hacer todas estas pruebas han hecho falta más equipos de los que disponíamos previamente", cuenta Antonio Rezusta, jefe del servicio de Microbiología. En el inicio de la pandemia fue necesario contratar más personal y conseguir más equipamiento. "En volumen de muestras ahora es el momento álgido de la pandemia", reconoce. En el servicio de Microbiología se analizan las PCR.
Sobrecarga
El primer año de pandemia hubo problemas de suministro, para conseguir más equipos y reactivos, por la gran demanda. "Ahora la dificultad está en cómo asumir toda la actividad que se nos pide". Su deseo es sacar los resultados de las pruebas en 24 horas y lo habían conseguido antes de esta nueva ola. La sobrecarga se traduce en la desesperación de quien aguarda conocer el resultado de una prueba. "Desesperación de ellos, nuestra, estrés...", reconoce.
Rezusta estudió en la Universidad de Zaragoza, hizo su etapa de residente en el Hospital Clínico de Zaragoza y empezó a trabajar en 1987 en el Hospital San Jorge de Huesca. Nacido en Motos, un pequeño municipio de Guadalajara, fronterizo con Aragón, lleva desde 2001 en el hospital zaragozano. En toda su trayectoria trata de recordar otras situaciones críticas, como los primeros casos de VIH, la gripe A o el ébola, pero "como esto no hay comparación". Sí que supusieron algún avance que hoy ha ayudado. "Las PCR se generalizan en microbiología a raíz del VIH", recuerda.
"Este año el problema ha sido cuando ha habido una parte de la ola muy alta. Cómo dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos en la realización de las pruebas", como ahora mismo. La mayor hasta ahora había sido la oleada de casos de septiembre y octubre, hasta que ha sido superada por la actual, con un mayor número de casos, aunque con menos graves y muertes.
Defiende una estrategia global contra la pandemia, en todo el mundo, y no solo la actual que ha empezado a implementarse solo "en los países que pueden pagar la vacuna". "La salud es una estrategia global", apunta. Si no no ve posible parar la transmisión porque "los microorganismos van en las personas, por todo el mundo". No tiene claro cómo va a evolucionar el virus, al menos hasta "dentro de un tiempo". Por ello, en el año que empieza es consciente de que "el virus va a estar con nosotros".
De cara al futuro espera que en su área se continúe con el avance hacia una microbiología encaminada a "que el paciente no enferme", además de que se utilice la inteligencia artificial en el manejo de los datos.