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Los anticuerpos contra la covid-19 presentes en el plasma sanguíneo de cerca de 300 donantes esperan, congelados en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, por si los actuales o futuros enfermos de covid-19 los necesitan para hacer frente a la infección. Además, más de 200 potenciales nuevos donantes aguardan el momento de compartir su plasma si fuera necesario. Forman parte de una base de datos lista para activarse ante posibles rebrotes. Una transfusión de este plasma hiperinmune ha sido ya una ayuda extra en el tratamiento de miles de casos en todo el mundo.
Antes de convertirse en donantes de plasma, ellos mismos fueron pacientes de covid-19 y el director técnico del Banco de Sangre y Tejidos, José María Domingo, resalta, "más allá de su número, la gran generosidad e implicación que demuestran estos pacientes recuperados". Aunque entre ellos también hay otros perfiles, "muchos son sanitarios, médicos, enfermeras, celadores… que llamaron directamente para ofrecerse", precisa. Todos ellos están en la franja de edad habitual de cualquier donante de sangre, entre los 18 y los 65 años. Contrajeron (diagnosticada por PCR positiva) y superaron (acreditado por PCR negativa) la covid-19. A todos se les realiza una entrevista previa y una prueba adicional para garantizar que no tienen rastro de la enfermedad y sí anticuerpos contra ella.
En este momento, se cuenta con "una reserva estratégica de plasma ya recogido y una base de datos de pacientes seleccionados a quienes, en caso necesario, solo habría que llamar para que vinieran a donar, lo que garantiza –señala– el suministro para Aragón, desde donde incluso hemos enviado unidades de plasma a comunidades autónomas vecinas".
Para un banco de sangre, los pacientes repetitivos son los más valiosos y seguros. Pese a los resultados del estudio sobre seroprevalencia realizado en toda España, que constató que en un 14% de los participantes los anticuerpos habían desaparecido con el tiempo, "entre los donantes de plasma que han repetido no hemos visto ninguno que haya perdido los anticuerpos", apunta.
En el momento álgido de la pandemia, se reservó una sala exclusiva en el Banco de Sangre para estas extracciones. A finales de junio, "ante el descenso de casos, cesamos los llamamientos a los donantes". Sin embargo, no la han desmontado del todo y en 24 horas podrían habilitarla de nuevo.
Preparados
"Es nuestra obligación estar preparados y lo estamos, para lo que pueda venir", afirma Domingo. "La primera oleada nos pilló como nos pilló; esta vez tenemos más reservas y una base de datos de donantes a la que recurrir", por lo que "se podría utilizar más este plasma hiperinmune, aunque espero que no haga falta".
La realidad es que este plasma se ha usado poco en Aragón –no llegan a diez los pacientes que lo han recibido–, pero Domingo es "optimista" respecto al uso de este recurso terapéutico. Hasta la fecha, "en los hospitales aragoneses se ha usado en casos aislados con resultados en general satisfactorios", señala. En su opinión, "se ha usado menos de lo que se debiera, pese a tratarse de un producto útil y barato". Para darlo a conocer, "a modo de guía básica", se ha creado un ‘Protocolo de obtención y utilización de plasma hiperinmune en pacientes con covid-19 en Aragón’. Con José Ramón Paño como coordinador clínico y José María Domingo como coordinador hematólogo, es el fruto de un grupo de trabajo de catorce facultativos de diferentes especialidades y centros aragoneses como el Hospital Clínico, el Miguel Servet, el Hospital Royo Villanova y el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón.
A día de hoy, Domingo reconoce que "los ensayos en marcha en España no arrojan datos concretos sobre la eficacia de esta técnica, pero sí sobre su seguridad". Aragón participa en el ensayo nacional Con-Plas19. "Lo que vemos es que hay pacientes a quienes les ha ido muy bien. Al ser casos aislados no aportan evidencia científica, pero lo más razonable –considera– es aplicarlo cuando empiezan a empeorar". Estados Unidos, "que no es ejemplo en otras cosas, sí lo es en uso de plasma, con decenas de miles de unidades administradas con buenos resultados". Al director técnico del Banco de Sangre le resulta curioso que "los facultativos que tienen reticencias a utilizar el plasma no duden en el caso de fármacos carísimos de dudosa utilidad".