En España cada año se diagnostican 44.000 nuevos casos de cáncer de colon, fundamentalmente en personas de entre 65 y 75 años. En Aragón, solo en 2021 fueron 1.258. Esto le convierte en uno de los tumores con mayor incidencia en nuestro país. Motivo más que justificado para que cada 31 de marzo se celebre el día mundial contra este tipo de enfermedad, con el objetivo de sensibilizar a toda la población sobre las necesidades que tienen los pacientes diagnosticados con esta dolencia, entre ellas, los tratamientos que han de seguir para un mejor pronóstico.
Precisamente en esta línea trabaja un equipo de especialistas del Hospital Miguel Servet de Zaragoza desde hace un año. El fin, evitar posibles toxicidades antes de imponer un tratamiento al paciente oncológico.
"Pusimos en marcha estos estudios de farmacogenética hace ahora un año. Están destinados a quienes padecen cáncer, sobre todo colorrectal debido a su mayor incidencia y lo que persiguen es localizar los fármacos de la familia de las fluoropirimidinas que, en un número pequeño de pacientes, pueden llegar a desarrollar una gravísima toxicidad. Así, con un análisis de sangre el estudio genético permite conocer de antemano esta posible reacción para evitarla", explica la doctora Silvia Izquierdo, Jefa de la sección de Genética del servicio de Bioquímica Clínica del Servet.
Para el paciente es solo una analítica, "a la que ha de dar su consentimiento previo" apunta Silvia Izquierdo, pero lo que en realidad estudian los especialistas son seis polimorfismos de un determinado gen. "Todos disponemos de este gen, pero algunas personas tienen unos polimorfismos que condicionan la actividad de la enzima que debe ayudar a descomponer el fármaco que hay que administrar al paciente", dice la doctora. “Si esta enzima no funciona correctamente, el fármaco no se metaboliza y se queda acumulado, lo que es tóxico para el enfermo”, explica Silvia Izquierdo.
Desde que se pusieran en marcha estos estudios hasta la actualidad se han realizado "entre 800 y 900 pruebas genéticas de las que en torno al 7% aproximadamente han sido positivas", apunta la doctora Silvia Izquierdo.
"Estos pacientes han de someterse, a partir de entonces, a un estudio para administrarle un tratamiento de quimioterapia más personalizado, ajustando la dosis necesaria para que pueda metabolizar adecuadamente", apunta Izquierdo. Para ello, los resultados del análisis deben pasar por los farmacéuticos del área de Oncología quienes los analizan y establecen recomendaciones sobre el ajuste de la dosis adecuada. Finalmente, el oncólogo valora la información de la Unidad de Genética y del Servicio de Farmacia y toma la decisión del tratamiento más adecuado para cada paciente.
Fuente: Heraldo de Aragón