“Esta no soy yo y no quiero ser yo”. Con esta dura afirmación, frente a un espejo y en ropa interior, la actriz zaragozana Mónica Callejo logró dejar sin palabras y casi sin respiración a los espectadores que acudieron al estreno de su documental ‘Esta no soy yo: Autorretrato de una anoréxica’, que tuvo lugar hace unos días en el marco de la Muestra de documentales de aragoneses de Delicias.
Esta mujer de 45 años se encuentra ingresada en el hospital Provincial de la capital aragonesa. Actualmente pesa 42 kilos y 500 gramos. Acentúa este dato, y es que, en su caso, grada gramo cuenta. “Ni siquiera iba a ser un documental. Quería grabar mi día a día cuando sospechaba que estaba teniendo una recaída para darme ánimos, pero se me fue de las manos”, relata la actriz, que ya padeció esta misma enfermedad entre los 18 y los 23 años.
“Cuando te das cuentas has dejado de ser tú ya que, conforme pierdes peso, pierdes energía y todo comienza a funcionar peor. Cuanto más delgada estás todo se complica a nivel mental. Es como ser alcohólico, nunca dejas de serlo aunque pasen 20 años”, reflexiona. En su muñeca derecha, Mónica luce la pulsera del centro hospitalario. Hoy está en el Centro Cívico Delicias porque le han dado un permiso por sus avances y buena actitud, pero no es lo habitual.
“Cuanto llegas al hospital normalmente estás aislada, no tienes acceso a redes sociales y tampoco puedes salir. En mi caso está siendo diferente porque dicen que estoy siendo consciente del proceso”, dice. Durante las últimas dos décadas, Mónica asegura que a pesar de que no tuvo otra recaída, siempre controlaba no superar los 52 kilos. Era casi como una obsesión. “Tenía mis límites como no pesar menos de 48 -porque significaba ir al hospital- o no estar más de dos días sin comer…”, asegura.