Las variantes del coronavirus se extienden, mutan y amenazan la vacunación
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15 febrero, 2021Esta empresa de biotecnología gallega estrechamente vinculada a Aragón, la única que fabrica vacunas en España, espera que el mes que viene puedan empezar las pruebas en humanos de la que desarrolla con el CSIC.
En O Porriño, un pueblo a 20 kilómetros de Vigo, se trabaja para aumentar la lista de vacunas disponibles para luchar contra el avance del coronavirus, después de que hayan llegado a España las de Pfizer, Moderna y Astrazeneca. Biofabri, compañía biofarmacéutica del grupo Zendal, espera que el mes que viene se pueda empezar la fase clínica con las pruebas en personas y acercarse este 2021 al final del proceso iniciado en julio del año pasado con el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Es la única fábrica española de vacunas, y su nacimiento está íntimamente vinculado a Aragón.
Más de 60 personas trabajan dedicadas en exclusiva al coronavirus, explica Esteban Rodríguez, CEO de Biofabri. "La que más urgencia tiene es ésta por el desastre de vidas y porque tiene paralizada la economía mundial", señala.
Lamenta que España y Europa ya no tengan casi empresas en este sector, tan necesario ahora, porque se fueron "deslocalizando". "Tenemos unos meses y años que vamos a tener que hacer un esfuerzo enorme para producir vacunas y no hay tantas fábricas", advierte. A ello se une que "una planta no se hace solo con dinero", apunta, sino con "conocimiento" ya que el proceso de aprendizaje del personal dura "entre dos y cinco años".
Vacuna zaragozana de la tuberculosis
Pese a los más de 800 kilómetros que separan la fábrica de Aragón, hay una estrecha relación con la comunidad desde hace más de una década. Sus profesionales llevan desde que se abrió la compañía en 2008 trabajando con Carlos Martín, catedrático de Microbiología de la Universidad de Zaragoza y creador de la candidata a sustituir a la actual vacuna contra la tuberculosis. Este ha sido uno de los proyectos estrella de la compañía gallega hasta que llegó la pandemia de covid-19, que ha tomado todo el protagonismo, pero sin paralizar el proyecto aragonés.
"El desarrollo de la vacuna de la tuberculosis de Zaragoza es más lenta, pero no porque sea más lenta, la enfermedad es menos grave", explica Rodríguez. El año pasado fallecieron 2,16 millones de personas de covid en el mundo, que serían los que "mueren cada año de tuberculosis", pone como ejemplo. "Lo que ocurre es que son de otros países", lamenta, en referencia a que los casos se registran en economías menos desarrolladas.