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Investigadores del Instituto Babraham, en la ciudad inglesa de Cambridge, han logrado rejuvenecer treinta años células de la piel de una voluntaria de 53. El experimento se basa en técnicas utilizadas para la clonación de la célebre oveja Dolly y encierra la promesa de tratamientos clínicos que permitan extender en el tiempo una vida sana, mediante el rejuvenecimiento de otros tejidos del cuerpo humano. En declaraciones a la BBC, el director del Instituto, Wolf Reik, ha advertido de que es necesario superar barreras científicas para que la técnica descubierta en el laboratorio pueda aplicarse a las pruebas clínicas. Pero su equipo, en el que trabajan científicas españolas, ha logrado rejuvenecer por primera vez una célula humana, tras resultados positivos en ratones.
Los investigadores están especializados en epigenética. Experimentan posibilidades de reprogramar las células, inspirándose en los mecanismos de activación o neutralización de los genes de nuestro código ADN por compuestos químicos orgánicos, para especializarlas en las tareas que dan a la célula su papel en el organismo.
En 1996, científicos del Instituto Roslin, en Escocia, presentaron a Dolly, una oveja nacida mediante la transferencia del núcleo extraído de la célula en una glándula mamaria. Era el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta de una parte cualquiera del organismo. El objetivo cumplido de los científicos fue la obtención de embriones, de células madres, partiendo de una célula somática.
Obstáculos
Esa reversión en el tiempo del proceso biológico borra las funciones adquiridas por la célula, pero los científicos han tenido dificultades para dar la especialización deseada a esas células madres inducidas. Shinya Yamanaka, premio Nobel en 2012, creó un método de borrado y reprogramación centrado en cuatro genes clave para convertir células maduras en 'pluripotenciales', capaces de ser programadas.
"Esta investigación está en su fase inicial", asevera el doctor Reik. La esperanza de tratamientos con células madre que revolucionarían la medicina aún no se ha cumplido y este descubrimiento contiene también la posibilidad de un gran avance. Según Gill, la prioridad es entender mejor los mecanismos que han deparado este resultado. Los obstáculos son múltiples, desde evitar la producción de cáncer a la emulación de células de otros tejidos.
Fuente: Heraldo de Aragón