Son muchos los medios, locales y nacionales, que se han hecho eco de la donación de Clementa Soria a la Asociación Española contra el Cáncer, que se ha materializado en el proyecto de terapias avanzadas del IIS Aragón, gracias también a la implicación del equipo de AECC Aragón. Incluimos en nuestra web parte del reportaje que el medio generalista Telecinco realizó recientemente, centrado en la persona de Clementa.
Sencilla, cercana, una gran persona
Clementa Soria es recordada por sus amigas como una persona «sencilla, amiga de sus amigas y siempre muy cercana. Una gran persona». Amparo Seguí era una de esas amigas, que supo cuál iba a ser su última voluntad, algo que tenía pensado antes de que, paradojas de la vida, un cáncer de páncreas acabara con su vida en 2021. Este hecho solo hizo que todo fuera más rápido. «Lo tenía muy claro», confiesa tanto su amiga como su albacea, Rosario García, quien ha dicho que era «muy meticulosa en sus cosas, superahorradora y sabía muy claro qué, cuando y cómo hacía las cosas». Gracias a su donación se prevé que la supervivencia del melanoma múltiple alcance el 70%, aunque no tenga cura.
Aragón contará con la Unidad de Investigación en Terapias Celulares Avanzadas
Gracias a este legado, Aragón contará con la Unidad de Investigación en Terapias Celulares Avanzadas, un espacio multidisciplinar integrado por personal investigador, médico y técnico específico orientado a la aplicación de nuevos tratamientos de inmunoterapia contra el cáncer mediante células CAR-T y CAR-NK. Estas terapias consisten en modificar células de sistema inmune del propio paciente mediante ingeniería genética con el fin de que actúen de modo selectivo contra la célula tumoral y, por tanto, eliminen la enfermedad. A la infraestructura (una sala con certificación) se destinarán 1,2 millones y al ensayo 700.000 euros.
Hija única, siempre cuidó de sus padres
«Era un placer trabajar con ella» porque era «superorganizada». Ya estaba jubilada y «se dedicaba a sus cosas» pero cuando supo que estaba enferma «tenía muy claro qué quería». Nunca tuvo hijos, ella como maestra de educación infantil tuvo claro que instinto maternal cubierto. Era hija única y siempre se centró en cuidar a sus padres. Eso sí, también recorrió mundo. Australia, Namibia, Tailandia, Argentina, Zimbabue… fueron lugares donde disfrutó de la naturaleza. Aunque donde más disfrutó en su vida fue en esa escuela de infantil, con sus niños. Sí, seguro que Clementa, que luchó contra el cáncer como una jabata, está sonriendo allá donde esté porque su última voluntad, respetada por los que la querían, salvará vidas.
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Fuente: telecinco.es