Aunque no es algo en lo que nadie quiera pensar, la muerte también puede significar vida. Al contrario de lo que sucede con las donaciones de sangre, de médula o incluso de hígado o riñón, para ser donante de órganos y tejidos la persona que los ofrezca debe haber fallecido. ¿Pueden donar tu cuerpo sin tu consentimiento? ¿Deben preguntar a tu familia? ¿Debes avisar si quieres ser donante? Resuelve las dudas más habituales sobre la donación de órganos y tejidos:
¿Para qué sirve?
Los riñones, el hígado, el corazón, el páncreas, el estómago, el intestino y los pulmones, además de tejidos como hueso, las córneas y las válvulas cardíacas pueden salvar o mejorar la vida de las personas que necesitan un trasplante.
¿Quién puede?
Personas que mueren en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital.
¿Cómo se hace?
Todas las personas, si no hemos dicho lo contrario, somos consideradas donantes, aunque antes se le pregunta a la familia, que será quien tenga la última palabra. Pero, ¿cómo puedes dejar constancia de que quieres ser donante si un día te pasa algo? Por ejemplo, puedes pedir una tarjeta de donante y decírselo a tus familiares. Y si cambias de opinión, no pasa nada: la rompes y avisas a tu familia.
¿Dónde?
Puedes pedir el carné de donante a través de internet o de tu Centro de Salud. ¿En qué consiste? Es un documento que acredita que cedes, por voluntad propia, tus órganos y tejidos, para que puedan ser trasplantados a otras personas una vez hayas fallecido.
Si buscas en Internet, puedes encontrar de todo, incluso gente que vende un riñón, parte de su hígado, médula… ¡No te fíes! En España, tanto vender como comprar órganos es ilegal. Es por eso que se hace tanto hincapié en todos los casos en que la persona que dona debe hacerlo por generosidad y de forma voluntaria. Además, recuerda que las donaciones son anónimas: ni quien da ni quien recibe conoce a la otra persona, salvo excepciones.