La robótica echa ‘una mano’ a los pacientes oncológicos de Aragón
12 septiembre, 2022Más de 40 proyectos aragoneses con 91 millones de inversión en ayudas I+D
12 septiembre, 2022En España, las llamadas de jóvenes y adolescentes por ideas o intentos suicidas se han multiplicado por 18; las que son por autolesiones presentan una tasa de crecimiento del 5.500%.
Ciento quince personas se quitaron la vida en Aragón durante 2021, ocho más que el año anterior. Así lo atestiguan los últimos datos publicados por el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) correspondientes al año 2021. Por provincias, fueron 77 en Zaragoza, 23 en Huesca y 15 en Teruel. Una tendencia al alza en todo el país, al tiempo que lo hacen las demandas de ayuda. Así lo explican desde el Teléfono de la Esperanza, donde reconocen que esto implica que el suicidio cada vez más, abandona esa parte de tabú y ocupa un importante espacio en el imaginario colectivo.
Hoy, 10 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Prevención del Suicidio. Una jornada en la que se trata de arrojar alto de luz sobre una realidad todavía demasiado oculta que necesita ser contada, analizada y sobre todo compartida.
De las más de 8.200 llamadas que recibieron en 2021 en Aragón, 300 guardaban relación con ideación suicida o conductas autolíticas. Un 10% de ellas eran de jóvenes. “Hace un par de años apenas rozaban el 3%”, asegura Alberto Hernández, presidente del Teléfono de la Esperanza de Aragón. Una de cada dos tiene que ver con problemas psicológicos y psiquiátricos, seguidas de aquellas que abordan temas familiares o relacionales. “En la mayoría de los casos nos enfrentamos a escenarios de soledad e incomunicación (18%), trastornos de ansiedad, obsesiones o histeria (11%), o depresiones (10%)”, señala.
Otro dato importante: cada vez son más los jóvenes que, concienciados por esta realidad, llaman a esta y otras líneas en busca de ayuda para cuidar de un amigo. De hecho, del total de llamadas entendidas en 2021 en Aragón, 1.900 fueron preventivas: “Esto, hace dos años, no se producía”. En este tipo de llamadas, para las que el tiempo no existe, tratar a quien llama como a un igual es fundamental.
“Tratamos de ponernos en su piel, adaptarnos a su manera de entender el mundo y de comunicarse. Lo que necesitan es sentirse identificados y, sobre todo, escuchados”, advierte. Para ello, un equipo de 80 personas voluntarias, entre psicólogos, trabajadores sociales, abogados y todo tipo de expertos, trabajan incansablemente en la elaboración de protocolos de actuación para hacer frente a estas situaciones.
Las autolesiones, un fenómeno creciente
Aunque a nivel nacional, la Fundación ANAR también dispone de una línea telefónica -y un servicio de chat- para atender estos dolores del alma que, como afirma Diana Diaz, directora de las Líneas de Ayuda, no hacen más que crecer: “De las 251.118 llamadas en España en 2021, 9.336 procedían de Aragón”.
Esos datos confirman una tendencia alcista en el suicidio de jóvenes y adolescentes, con un incremento generalizado de más de un 1.750% con respecto a los datos registrados hace una década. “A nivel nacional, las llamadas por ideación suicida e intentos se han multiplicado por 18, mientras que las autolesiones presentan una tasa de crecimiento de del 5.500%, es decir, se han multiplicado por 56. El incremento está siendo muy preocupante”, admite.
¿El objetivo? Tratar de comprender qué les está doliendo a nuestros jóvenes. En una sociedad marcada por las relaciones virtuales y fugaces, que tiende al individualismo, la soledad y el aislamiento, en un momento en el que reinan la incomunicación y las relaciones interpersonales a través de pantallas; los jóvenes “no son capaces de encontrar su sitio”.
Así opina Jesús Padilla, psicólogo especializado en conducta suicida y autolesiva del Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA) y miembro de LIANA (Asociación Aragonesa de Suicidio y Conducta Autolesiva), que pone el acento en la importancia del entorno familiar, escolar y social del menor: “Hablar siempre va a ayudar, sobre todo desde el respeto, la escucha activa y validando lo que están sintiendo”.
Lo que duele a los jóvenes
“Como sociedad, debemos estar vigilantes hacia señales de alerta, como un cambio repentino en el nivel de actividad o estado de ánimo, mayor irritabilidad, problemas a la hora de conciliar el sueño o largas horas frente a una pantalla”, destaca el experto. En cuanto a prevenir este tipo de situaciones, es importante generar entornos saludables, crear momentos de encuentro y, sobre todo, recuperar esos momentos en familia.
Fuente: Heraldo de Aragón