‘El don de Shady’ (Editorial Cuatrohojas, 2021) puede parecer un libro cualquiera, con una trama de misterio e intriga y con unos protagonistas adolescentes alocados y rebeldes. Pero no es así. Esta obra esconde un trasfondo mucho más grande, enorme, y una esencia que la hace única en el mundo: la de Izarbe Gil, la zaragozana que conmovió a un país entero con su caso, al padecer sarcoma de Ewing –un tumor que afecta a los huesos-, y movilizó masas para visibilizar una enfermedad muy extraña, de la que no se tenían precedentes.
Las líneas de este libro encubren el carácter, la lucha y el espíritu de una chica que no dio su brazo a torcer y, contra viento y marea, escribió sin cesar, porque esa era su pasión y su ilusión: lanzar una obra que aunara todo lo que a ella le gustaba y las cosas que reivindicaba. El sarcoma de Ewing no ha conseguido frustrar el sueño de Izarbe Gil, ya que sus padres recogieron la cosecha que dejó y le han colocado el punto final para elevar, más si cabe, su legado. "No hay mejor manera de homenajearla que publicando el libro que ella escribió, con un fin benéfico, además, en lugar de dejar que cogiese polvo en un cajón", dice Susana Márquez, madre de la zaragozana. Todos los ingresos de este libro irán destinados a la Asociación de Pacientes de Sarcoma y Tumores Raros de Aragón (Apsatur) para la investigación del sarcoma de Ewing, con la beca #girasolesparaizarbe-Apsatur. Para más información, consultar este enlace.
a trama aglutina elementos interesantes. Rebeldía juvenil, un asesinato, misterio, la época de los 80... Sin olvidar, claro está, los amoríos adolescentes. “Lea Hauge y Adrien Griswold viven en países diferentes y sus vidas no pueden ser más distintas. No obstante, ambos coinciden en Rustford, un pequeño pueblo en el noreste de los Estados Unidos”, resume la editorial. El pasado de sus familias los une, lo que los lleva a investigar el asesinato de una joven en los años 80.
La pasión de Gil puede leerse entre párrafos. “La novela la escribió ella entera, entre los 13 y 15 años. Después, se dedicó a corregirla y adecuarla sin parar, incluso cuando estuvo en el hospital”, atestigua la madre. “Nosotros solo lo rescatamos, con la ayuda de su profesora de literatura, con la que tenía mucha relación, y hemos terminado de pulirlo". Ahora, ‘El don de Shady’ es una realidad, porque “pensamos que era muy bonito tener el legado que Izarbe nos dejó y acabarlo para, además, hacerlo benéfico”, explica Márquez.
Si alguien no conoce a Izarbe Gil podrá hacerlo a través de los diferentes capítulos de este thriller: “Tiene muchas cosas que a ella le gustaban y hace alusión a ellas, como grupos de música, libros, autores... También recoge influencias suyas, como la de Stephen King”, indica la madre. Representa, en su totalidad, cómo la Izarbe de aquel momento interpretaba la vida.
Todo el dinero recaudado de las ventas de ‘El don de Shady’ irá destinado a la Apsatur, con el objetivo de utilizarlo para la beca de investigación ‘Girasoles para Izarbe’, la campaña que la joven inició en redes sociales y para la que logró la implicación de actores, futbolistas y políticos, entre otros, que participaron en el movimiento. “A través del grupo español de sarcomas, se manda una convocatoria a todos los especialistas de este tumor del mundo y se presentan diferentes proyectos”, asegura Susana Márquez. Médicos cualificados deciden qué iniciativa es la mejor y se financia mediante esta beca. Por este motivo, la recaudación es importante ya que “esta ayuda es dinero que nosotros aportamos a un proyecto de investigación del sarcoma de Ewing”, señala la madre de Gil.