Para ello se centrarán en los pacientes sintomáticos, tanto de la variante delta como de la de ómicron, para comparar sus síntomas, efectos y progresión. «Vamos a ser capaces de averiguar algo más de información porque, hasta la fecha, no se puede afirmar si esta variante es más o menos grave», explica a este diario Antonio Rezusta, jefe del servicio de Microbiología del Servet. De momento, la iniciativa se centra solo en pacientes sintomáticos.
Para llevar a cabo la investigación será preciso la participación de un equipo multidisciplinar. «Son muchas las personas implicadas y cuando hay una sospecha, se debe hacer otra PCR. Eso doblega el esfuerzo», recalca Rezusta. Este laboratorio ya tuvo que reforzar su personal hace unas semanas ante la avalancha de pruebas por la subida de los contagios.
Contagiados sin relación
De hecho, entre el martes 7 de diciembre y ayer, este laboratorio del Miguel Servet ha analizado cerca de 10.000 muestras positivas de covid. «Durante el fin de semana no hacemos secuenciación, por eso tuvimos que enviar al CIBA (Centro de Investigación Biomédica de Aragón) los tres casos sospechosos de ómicron para su confirmación», explica Rezusta. «Nos topamos con ellos a eso de las 14.25 horas del viernes. Cuando sucede algo así, hay que repetir otra PCR, lo que conlleva más trabajo, y ya nos metimos en el fin de semana», matiza.
Los primeros positivos de ómicron en la comunidad fueron detectados, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, en tres centros de salud diferentes de los sectores I y II. «Con los datos que tenemos, no guardan relación entre ellos. Eso siempre y cuando, a la hora del rastreo y de dar la lista de contactos estrechos, nos han dicho la verdad. Confiamos en que así sea», añade el experto. «Tampoco sabemos si han tenido relación con algún viajero de Sudáfrica», asegura.