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La infertilidad es la incapacidad para concebir tras dos años de relaciones sexuales sin protección anticonceptiva. Esta situación genera mucho estrés en aquellas parejas que quieren ser padres y no lo consiguen. El equipo de médicos de Melio, la plataforma online de análisis de sangre, explica cómo y cuándo es conveniente someterse a una prueba de fertilidad. También analiza qué valores miden el nivel de fertilidad y qué factores influyen en el resultado.
La reserva ovárica es la capacidad funcional de los ovarios de una mujer en un momento determinado. Este fenómeno reproductivo se puede evaluar mediante parámetros hormonales, clínicos y ecográficos. El estudio de la reserva ovárica se usaba para reconocer la respuesta de las pacientes a los tratamientos de reproducción asistida, pero en la última década se ha empezado a valorar la reserva ovárica en otras situaciones, como para pacientes con historia de fallo ovárico prematuro, menopausia precoz en la familia o síndrome de ovario poliquístico.
El estudio básico debe iniciarse cuando no se consigue gestación tras un año de relaciones sexuales sin protección. Sin embargo, existen circunstancias que implican que este asesoramiento sea a partir de los seis meses de búsqueda como en pacientes con enfermedades genéticas, ciclos menstruales irregulares, abortos de repetición, mujeres con cirugía pélvica previa, varones con patología genital previa o parejas con esterilización previa (ligadura de las trompas o vasectomía).
En otros casos, el estudio se realizaría antes de intentar quedarse embarazada como por ejemplo en mujeres que se plantean una preservación de la fertilidad (vitrificación ovocitaria), donantes de óvulos, preservación de la fertilidad previo a tratamientos gametotóxicos (quimioterápicos) o previo a cirugías que puedan afectar al ovario en mujeres en edad reproductiva y en mujeres con mutación en los genes BRCA (supresor de tumores humanos), entre otros.
Nivel de fertilidad
Para analizar el nivel de fertilidad es necesario medir a través de un análisis de sangre las tres hormonas más importantes para valorar la reserva ovárica: FSH (hormona folículo estimulante), el estradiol basal y la hormona antimulleriana (sustancia que segregan los folículos ováricos). Este análisis se hace entre el tercer y quinto día tras el inicio de la menstruación y Melio asegura los resultados en un plazo de 48 horas.
También es necesario realizar una ecografía ginecológica que valore el recuento de folículos antrales y el volumen ovárico. Para pacientes que presentan ciclos irregulares se recomienda someterse a un estudio que incluya el análisis de prolactina (hormona que estimula la secreción de leche) y el estudio del perfil tiroideo.
Principales factores que influyen en la fertilidad
Existen factores internos y externos que influyen con notoriedad a la hora de intentar concebir y son:
- La edad. A partir de los 35 años, en las mujeres disminuyen las posibilidades de concebir tanto de forma natural como con técnicas de reproducción asistida. Además, a partir de los 31 años se va produciendo una disminución de la reserva folicular, que lleva a distintos fenómenos reproductivos: se produce esterilidad natural, disminuye la reserva ovárica y puede producirse irregularidad menstrual y menor respuesta a las ya mencionadas técnicas de reproducción asistida.
- El tabaquismo. Tanto pasivo como activo afecta a la salud de tal manera que las mujeres ven reducida su reserva ovárica y tienen peor calidad ovocitaria.
- El índice de masa corporal (IMC). Influye en la capacidad reproductiva de la pareja ya que una dieta sana y un ejercicio moderado tienen una marcada influencia positiva sobre la fertilidad de la pareja. La actividad física mejora la resistencia a la insulina, el perfil metabólico, el lipídico y el IMC mejorando así las posibilidades de embarazo.
- Las intervenciones psicológicas de tipo cognitivo-conductual. El hecho de querer ser mamá o papá y no conseguirlo de manera natural o tras someterse a un tratamiento, puede producir una crisis de estrés en la pareja. Estas intervenciones psicológicas pueden ayudar a incrementar la tasa de gestación.