El primer exoesqueleto pediátrico del mundo, desarrollado por la científica española Elena García Armada y que facilitará la movilidad a niños afectados por una parálisis cerebral o una atrofia muscular espinal, está ya listo para su comercialización internacional.
Ingeniera industrial en el Centro de Automatización y Robótica que la Universidad Politécnica de Madrid y el CSIC pusieron en marcha para investigar terapias que ayudaran a los pacientes con enfermedades neurológicas, García Armada no ha cejado en el desarrollo y el perfeccionamiento de los exoesqueletos biónicos desde que conoció a una niña tetrapléjica.
Y hoy Víctor, otro paciente pediátrico, ha demostrado -blandiendo incluso una espada- la eficacia y la utilidad del exoesqueleto durante un acto que se ha celebrado en la sede de la empresa en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid para presentar el nuevo sello europeo y al que se han sumado el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, y la presidenta del CSIC, Rosa Menéndez.
Han sido casi diez años de desarrollo de una tecnología en la que España ha sido pionera y representantes institucionales y científicos han valorado que se haya completado el ciclo de transferencia del conocimiento: desde que comenzaron las primeras investigaciones en el CSIC hasta la comercialización de una tecnología que estará a disposición de las familias con niños con atrofia muscular espinal o con parálisis cerebral.
Duque ha valorado que el de hoy es el mejor ejemplo del potencial de la ciencia para mejorar la vida y ha aseverado que es un caso "paradigmático del círculo virtuoso" que quiere impulsar el Gobierno, donde se implican un centro público de investigación, una empresa privada y las ayudas del Estado.
García Armada ha citado a estos niños como ejemplo de superación, lucha, inteligencia e imaginación y ha asegurado que es "indescriptible" verles caminar por primera vez.
"Ahora el reto es democratizar esta invención para que esté al alcance de todos los niños que lo necesiten", ha añadido.