Una pandemia se interpone este año en los encuentros entre científicas y ciudadanía habituales en las anteriores celebraciones del 11F, Día de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Desde la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza han sorteado el contratiempo llevando a los mupis de las calles de Zaragoza la imagen de once científicas de diferentes disciplinas. Su responsable, Carmina Puyod, explica que todas posaron ante el fotógrafo "en diferentes lugares, fuera de los laboratorios y sin la habitual bata blanca con la que suelen aparecer por motivos profesionales en los medios de comunicación", porque justamente se buscaba "destacar su ‘alma’ como mujeres, como ciudadanas que transitan por esta vida como cualquier otra persona, sin alardes, uniendo en el mismo mensaje, cercanía, proximidad, sencillez, rompiendo además con la idea de que convertirse en científica es una misión casi imposible como, en ocasiones, se ha transmitido a niñas y adolescentes; no hay que ser una heroína ni friki, empollona o ratón de biblioteca sin vida social".
Reivindicar el trabajo de la mujer en la ciencia, romper con la brecha de género, así como ofrecer referentes cercanos a las niñas y adolescentes son algunos de los objetivos que se persiguen con la exposición fotográfica ‘Soy científica. Vivo en tu barrio’. Desde hoy mismo, durante quince días y desde 50 mupis distribuidos por el centro de la ciudad y los barrios, en colaboración con la Dirección General de Cultura del Ayuntamiento de Zaragoza, que cede los soportes, y Fecyt, once mujeres científicas se asoman a la sociedad retratadas en blanco y negro, desde su vida más cotidiana.
1.Belén Masiá, Ingeniera en el I3A
Mi fascinación por entender cómo funcionaban las cosas, por resolver problemas y por los enormes avances de la tecnología me llevó a estudiar Ingeniería Industrial. Al entrar en la universidad descubrí el mundo de la computación. En la actualidad soy profesora e investigadora en la Universidad de Zaragoza en temas de realidad virtual e imagen computacional. Ser parte de esta revolución es algo muy motivador, así como formar nuevos investigadores y divulgar ciencia en distintos entornos. El año pasado cofundé Dive Medical, una empresa ‘spin-off’ de Unizar cuyo objetivo es ayudar a la detección temprana de patologías visuales en bebés y pacientes con problemas cognitivos. Un ejemplo de cómo la investigación puede dar lugar a tecnologías innovadoras con un impacto directo en la sociedad.
2. Carmen Rodrigo, matemática en el IUMA
Soy investigadora y profesora titular en el Departamento de Matemática Aplicada de la Universidad de Zaragoza. Desde siempre me han gustado mucho las matemáticas; desde pequeña, resolver por mí misma un problema que se me había planteado me proporcionaba una sensación de gran satisfacción. Hoy, realizo mi actividad docente en la Escuela de Ingeniería y Arquitectura. Una de las partes que más me gustan de mi trabajo es la investigación, que se centra en la simulación numérica de modelos matemáticos que representan procesos y fenómenos físicos. En algunas de estas aplicaciones, como las relacionadas con medicina, se necesita obtener resultados de forma muy rápida, incluso en tiempo real. Por ello, mi investigación ha estado enfocada al desarrollo de algoritmos muy eficientes para que la respuesta del ordenador y la simulación sea lo más rápida posible.
3. Clementina Rodellar, veterinaria en el IA2
Soy catedrática de Genética de la Universidad de Zaragoza y madre de dos hijos. Me interesó la genética desde que mi profesor de Biología en el instituto de Monzón me habló de Mendel y sus guisantes. Cursé la Licenciatura de Veterinaria en la Universidad de Zaragoza y siendo estudiante de tercer curso empecé a ir, en los pocos ratos que teníamos libres, al Departamento de Genética como alumna interna y desde entonces me he dedicado a esa ciencia que muchos consideran, entre los que me encuentro, la ciencia del siglo XXI… Como profesora de Universidad, reparto mi tiempo entre la docencia, la investigación y la gestión, como subdirectora del Instituto Agroalimentario de Aragón (IA2). Pertenezco al grupo de investigación Lagenbio; mi actividad se ha centrado en la búsqueda de genes de interés en animales domésticos y, desde hace unos años, combinando genética y biología celular, he desarrollado una línea de investigación pionera centrada en células madre mesenquimales obtenidas de individuo adulto, que suponen una esperanza en el tratamiento de patologías sin cura tanto en animales como en humanos.
4. Elena Barlés, historiadora del arte en el IPH
Soy profesora titular del Departamento de Historia del Arte de Unizar y decana de la Facultad de Filosofía y Letras. Durante la licenciatura de Historia de Arte descubrí cómo las artes son capaces de dar conocer las búsquedas y expectativas, los anhelos e ilusiones, las inquietudes y miedos de las sociedades y de los pueblos que las crearon. Además de ser fuente de conocimiento, reflejo de la historia y elemento de deleite estético, el arte es puede ser agente de transformación e influencia. Mi curiosidad por explorar estos aspectos me llevaron a realizar la tesis doctoral. Cuando fui contratada como profesora tuve que impartir la asignatura de Arte Extremo Oriental y fue entonces cuando la cultura y arte de Japón me cautivaron.
5. Katia Fach, jurista en el grupo Legmibio
Antes de comenzar a estudiar Derecho, en mi familia se plantearon diversas cuestiones prácticas (adquisición de nacionalidad, redacción de testamento, etc.) que me hicieron ver lo importante que es conocer el régimen jurídico aplicable a las personas físicas. Cuando realicé mi tesis sobre litigios derivados de casos de contaminación transfronteriza (Chernobyl, Prestige...) comprobé que la actividad cada vez más global de las empresas también plantea abundantes retos jurídicos. Especializarme en derecho internacional me ha llevado a realizar estancias de investigación en Alemania, Suiza, EE. UU., Holanda..., y a trabajar en la Comisión Europea. Espero que cuando la generación de mi hija crezca, no necesite celebrar nada extraordinario cada 11F.
6. Elísabet Pires, química en el ISQCH (CSIC-UZ)
Desde pequeña me sentí atraída por la química y sus aplicaciones. Con 8 años pedí como regalo un Quimicefa y recuerdo pasar horas realizando los experimentos en mi cuarto. Me apasionaba ver cómo la materia se transformaba. A los 18 años quise cursar estudios de Farmacia pero, al no ser impartidos en la Universidad de Zaragoza, me decanté por la Química. Como investigadora, empecé mi tesis en los años noventa desarrollando catalizadores heterogéneos, más sostenibles que los que se usaban tradicionalmente y ese interés por la sostenibilidad es el que ha guiado desde entonces mi investigación, que actualmente se centra en la biorrefinería, la química sostenible y la economía circular. Formo parte del grupo de monologuistas ‘RISArchers’.
7. Laia Alegret, geóloga en el IUCA
Siempre me han fascinado los fósiles, y a los 6 años decidí que quería ser profesora de Paleontología en la universidad. Tras estudiar Geología, realizar un doctorado sobre el impacto del asteroide que acabó con los dinosaurios, estancias de investigación en el extranjero y contratos posdoctorales, alcancé mi objetivo. Soy profesora del Departamento de Ciencias de la Tierra de Unizar e investigadora del IUCA. Me especialicé en el estudio de fósiles microscópicos que vivían en el fondo de los océanos hace millones de años y que no solo abren una ventana al pasado, sino que son útiles para encontrar petróleo y estudiar cambios climáticos del pasado. La expedición a Zelandia, el continente sumergido en el Pacífico, dio un giro inesperado a mi carrera.
8. María Luisa Sarsa, física en el CAPA
Desde muy niña sentí fascinación por el Universo que nos rodea y vocación por descubrir sus misterios, pero también por compartir ese conocimiento. Soy catedrática de Física Atómica, Molecular y Nuclear en el Departamento de Física Teórica de la Universidad de Zaragoza y ser profesora es la faceta de mi trabajo que más me recompensa en el día a día. Me gusta pensar que enseño a aprender, a descubrir y a explicar la realidad que nos rodea. Investigo en detección directa de materia oscura en el Laboratorio Subterráneo de Canfranc. Mi trabajo en el experimento Anais puede poner un pequeño granito de arena que contribuya a su detección e identificación, en el fondo a hacer que la ciencia avance.
9. Paz Comech, ingeniera industrial en Circe
Cuando terminé mis estudios de Ingeniería, comencé a interesarme por los ‘molinos’ que comenzaban a ‘crecer’ en los montes de nuestra región y en cómo podrían ayudarnos a ser un poco más sostenibles y menos dependientes de los combustibles fósiles. En aquel momento, comenzaba a desarrollarse en España una importante industria que permitió un gran avance en la generación eólica. Hoy, mi trabajo se centra, no solo en la conexión de energía eólica o de otros tipos de sistemas renovables como la generación fotovoltaica, sino también en el uso de sistemas de almacenamiento que permitan mejorar su integración, o en la influencia que podría tener el uso masivo de vehículos eléctricos tanto en redes urbanas como en sistemas rurales.
10. Nunilo Cremades, bioquímica en el BIFI
Desde pequeña he disfrutado mucho con el deporte y con satisfacer mi curiosidad sobre lo desconocido, en especial en el campo de la biología. Al acabar la carrera de Bioquímica, me fascinaron unas pequeñas moléculas que componen todas nuestras células y que realizan la gran mayoría de las funciones celulares: las proteínas. En la actualidad, investigo sobre los procesos que hacen que ciertas proteínas no adquieran su estructura funcional y agreguen unas estructuras que son dañinas para las células. Estos procesos están relacionados con muchas enfermedades humanas, como el alzhéimer y el párkinson. Su esclarecimiento, permitirá tener mejores tratamientos y mejores sistemas de diagnóstico precoz.
11. M. Pilar Pina, ingeniera química en el INMA
Me encanta mi trabajo y, aunque el reloj no exista para mí, no hay mejor recompensa que volver a mi casa con la ilusión de saber que lo que hago tiene repercusión en la sociedad. Actualmente trabajo en microdispositivos enfocados a mejorar la seguridad ciudadana ante amenazas de riesgo químico y la calidad del aire del interior de edificios. Mi investigación me ha llevado a ser profesora titular, a coordinar el Máster en Materiales Nanoestructurados para Aplicaciones Nanotecnológicas y a ser la subdirectora en funciones del recientemente creado INMA: Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón. Entre las figuras cruciales en mi camino, sin duda la más importante ha sido mi padre: un tecnólogo emprendedor con perseverancia, tesón e ingenio.