De su labor como investigadora en otros países, la doctora zaragozana Patricia Sancho, de 40 años, ha ganado experiencia, compromiso, conocimiento... pero también ha sacado en claro algo muy importante a su vuelta. "Talento hay muchísimo aquí en España y lo que ves es que estamos acostumbrados a hacer grandes cosas con muy poco dinero", confiesa.
Ahora trabaja en el Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón (IIS Aragón), donde investiga el cáncer de páncreas, un tumor muy agresivo que necesita nuevas armas. "Siempre he estado muy motivada en la investigación oncológica. He trabajado en diferentes campos, pero desde 2012 me dedico a este tumor, en el que la supervivencia es muy baja. Todos los pacientes mueren rápido y realmente no hay terapias que funcionen", lamenta esta investigadora, que se siente "afortunada" y "muy contenta" de seguir investigando en este campo a pesar de la complicada situación que vive la ciencia en España.
Hace apenas unos días, la fundación 'Worldwide Cancer Research' le concedió una prestigiosa ayuda internacional que le ha permitido contar con el trabajo de otra persona en su laboratorio. "Esta investigación se va a desarrollar en los tres próximos años y la ayuda me ha dado, además, la oportunidad de contratar a una científico nuevo para mi grupo, lo cual es fenomenal, porque aquí en España es difícil conseguir dinero para personal", señala.
A lo largo de su trayectoria, esta científica aragonesa ha trabajado en diferentes campos, si bien en la actualidad se dedica específicamente a la investigación del cáncer de páncreas. "Es lo que siempre quise. Desde el inicio de mi carrera me he dedicado a la investigación oncológica. He ido cambiando algunos años, durante mi tesis de leucemia, y luego de cáncer de hígado hasta llegar al de páncreas. Mi madre dice que es algo que me vino de pequeñita. Veía a otros niños, noticias que salían en la tele… Y ya cuando me he hecho mayor sí que he visto casos cercanos que te hacen motivarte más si cabe, pero inicialmente cuando empecé en este mundo no tenía ningún caso cercano", añade.
Su experiencia en otros países le ha ayudado a ver las cosas de otra forma. Como muchos otros investigadores de Aragón y otras regiones de España, Patricia también tuvo que marcharse un tiempo fuera, para trabajar y seguir formándose en Inglaterra. "Vine de Londres en 2017. Yo soy de Zaragoza y me he tirado muchos años fuera... Hace dos años tuve la oportunidad de volver con un contrato de una convocatoria competitiva, los Contratos Miguel Servet, que te ayudan a empezar tu propio laboratorio. Vine gracias a esta ayuda y después surgió este proyecto", afirma.