El próximo 30 de marzo se celebrará en España el Día Nacional del Trasplante, una cita promovida por la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos y que tiene como objetivo principal agradecer a las personas que donan órganos este acto de solidaridad y fomentarlo para que se puedan seguir salvando vidas.
A pesar de los efectos de la crisis sanitaria, que ha provocado una disminución en la actividad en todo el planeta, España se mantuvo en 2020 –y ya son 29 años de manera consecutiva– como líder mundial en donación, con una tasa de 38 donantes por millón de población (p.m.p), tal y como apuntó el Consejo de Europa en el balance anual que recoge en su ‘Newsletter Transplant’ y que dio a conocer el pasado agosto. La Organización Nacional de Trasplantes (ONT) señaló entonces que, pese al descenso de la actividad por el coronavirus ese año, las cifras del país superaron a las de cualquier otro del mundo durante los ejercicios previos a la pandemia. Un logro que pone de relieve el notable potencial que tiene el sistema sanitario español en esta materia.
Asimismo, en enero el mes pasado se dieron a conocer las cifras a nivel nacional de 2021, que reflejaron que España había crecido un 8% hasta alcanzar los 40,2 donantes p.m.p. En conjunto, en el país se realizaron 4.781 trasplantes de órganos: 2.950 trasplantes renales, 1.078 hepáticos, 362 pulmonares, 302 cardíacos, 82 de páncreas y siete intestinales.
Por otra parte, la edad media de los donantes aragoneses se situó en los 65 años y la causa más frecuente de muerte en estos sigue siendo la enfermedad vascular cerebral hemorrágica, que supuso el 46% de los casos.
Baja tasa de negatividad
"Para que haya trasplante tiene que haber donación. Y Aragón, año tras año, tiene una tasa de negativas que está por debajo de la media nacional, situándose en un 13% en el último año. Eso quiere decir que el 87% de las familias a las que se les ha solicitado la donación han accedido, lo que pone de manifiesto la enorme solidaridad de la población aragonesa y de que es consciente de la importancia que esta tiene", explica Raquel Montoiro, coordinadora autonómica de trasplantes de Aragón.
La concienciación sobre este tema es un punto clave. En este sentido, destacan las iniciativas desarrolladas al respecto, como la última Reunión Nacional de Coordinadores de Trasplantes y Profesionales de la Comunicación, que se celebró en Zaragoza el pasado mes de noviembre y en la que se expusieron los principales avances registrados en el ámbito. Una de las muestras de que esa sensibilización es creciente puede comprobarse en el número de los carnés de donante, que en la Comunidad han aumentado de forma notable en los últimos años, pasando de los 506 de 2018 a los 1.894 de 2021.
"Los medios de comunicación tienen un papel muy significativo en la concienciación y es importante que trabajemos mano a mano con ellos desde la coordinación autonómica", apunta a este respecto Montoiro, quien también subraya la labor de las asociaciones de afectados a la hora de hacer que cale el mensaje de que la donación salva vidas.
En cuanto a la disminución en la actividad ocasionada por la pandemia, la responsable de la unidad del Ejecutivo autonómico señala que cada vez que se produce una ola de covid se da un aumento en la sobrecarga de las ucis, que es donde se produce el correcto mantenimiento del potencial donante, de manera que, cuando esto sucede, las unidades de donaciones y trasplantes se resienten. "Aun así, en ningún momento se ha parado la actividad, lo que pone en valor la fortaleza de nuestros programas de trasplantes".
En lo relativo al proceso que se sigue en estos casos, la profesional relata que cuando el paciente fallece, se le solita autorización a la familia. "La ley española establece que todos somos considerados donantes y nos obliga a preguntar a los familiares sobre la voluntad del paciente. Por eso hacemos hincapié en la importancia de comunicar a los seres queridos la posición a este respecto. Si se autoriza, se pone en marcha una compleja logística intra y extra hospitalaria que puede llegar a implicar hasta a 100 profesionales entre sanitarios, agentes de policía o personal de aeropuertos", manifiesta Montoiro, quien agrega que su objetivo principal es alcanzar los niveles prepandemia, pues el descenso ha sido de alrededor del 15% con respecto a 2019, cuando las cifras fueron "excelentes".
Las razones del éxito
La solidaridad de la ciudadanía, el carácter público y universal del sistema nacional de salud y la efectividad de un modelo de gestión capaz de identificar a los potenciales donantes son las claves que explican el éxito de España en este ámbito, tal y como señala la directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil. "La persona tiene que fallecer en la uci, con ventilación mecánica y sin contraindicaciones, algo que solo se da entre el 1% y el 2% de los casos de muertes en hospitales. Así, el modelo está pensado para identificar a estas personas para que la donación sea una realidad y que un proceso que es de altísima complejidad pueda desarrollarse de forma impecable", apunta.
Sobre las listas de espera –4.762 pacientes–, Domínguez-Gil indica que, por mucho que se trasplante, no se van a reducir significativamente ni desaparecer. "Siempre tienen un comportamiento paradójico. Las de trasplante hepático bajaron recientemente por los antivirales de acción directa para tratar la infección del virus de la hepatitis. Y en 2020 sí que bajó en general porque hubo menos inclusiones, pero la única forma efectiva de que disminuya es desarrollar estrategias de prevención que reduzcan el número de pacientes con enfermedades", apunta la profesional.
En cuanto a las iniciativas desarrolladas desde la ONT, cabe resaltar la promoción del trasplante hepático split, que permite la partición del hígado en dos y que está favoreciendo la mejora del acceso de los niños a estos, y el programa ‘A B Cero Incompatible’, destinado sobre todo a los menores de dos años que esperan un trasplante cardíaco.
El objetivo más importante que se marcan desde el organismo se refleja con nitidez en su ‘Plan 50x22’, con el que pretenden alcanzar los 50 donantes por millón de población. "Lo habríamos alcanzado si no hubiese sido por la covid, que nos supuso un obstáculo por el que tuvimos que reinventarnos y adaptar todo nuestro programa a estas dificultades. Aprender a coexistir con el virus es la prioridad y por ello estamos reactivando los planes de trabajo que formaban parte del plan, como la línea pediátrica o la expansión de la donación en asistolia, en la que estamos logrando que se transforme en una donación multiorgánica", sostiene la responsable de la organización, perteneciente al Ministerio de Sanidad.
Un reto que, no obstante, será difícil de lograr sin los recursos necesarios. "Reforzar los equipos de coordinación y trasplantes es una necesidad imperiosa. El programa necesita urgentemente una dotación adecuada de recursos humanos si se quieren seguir aumentando los niveles con garantías de seguridad. Cabe recordar que, además, supone un ahorro para el sistema sanitario, pues, por ejemplo, los pacientes que acceden a un trasplante renal dejan la diálisis. Asimismo, es muy importante sumar apoyos en lo relativo al I+D+i", concluye Domínguez-Gil.
Fuente: Heraldo de Aragón