Ayuntamientos, profesionales de Servicios Sociales y distintos centros y entidades que trabajan con personas mayores serán los receptores de las 3.500 guías prácticas en prevención del suicidio en este colectivo elaboradas dentro de la Estrategia de prevención del suicidio en Aragón. La iniciativa se ha presentado hoy junto con el díptico “Si eres una persona mayor y te parece que ya no hay esperanza”, destinado a los propios mayores y cuyos 80.000 ejemplares serán repartidos en oficinas y botiquines de farmacia, centros sanitarios y centros de atención a personas mayores.
Además, durante el año 2021, y cumpliendo con los objetivos de dicha estrategia, se ha realizado un importante despliegue de formación en salud mental de los agentes implicados en la atención a este colectivo. Farmacéuticos, cerca de 700 profesionales de trabajo social y más de 250 personas dedicadas al cuidado de las personas mayores han participado en los cursos realizados a lo largo del pasado año para ello.
La psiquiatra Eugenia González, una de las coordinadoras de estos materiales dentro de la Estrategia aragonesa de prevención del suicidio, ha explicado que las estrategias innovadoras de prevención del suicidio en las personas mayores de 60 años son las que consiguen involucrar a familiares, vecinos y otros miembros de la comunidad de pertenencia, apostando por la detección de riesgos y la profilaxis de la depresión en los entornos residenciales, geriátricos y de atención sanitaria o social.
En la presentación que ha tenido lugar hoy, han participado el director ejecutivo del IISA, Óscar López, la doctora González, la asesora técnica del IASS Ana Sánchez Fumanal y la presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Raquel García, quien, en la misma línea, ha destacado el papel de las farmacias y los farmacéuticos en la detección y prevención precoz del suicido. “Como profesionales de la salud en primera línea y por la especial relación de confianza y cercanía con los pacientes, los farmacéuticos pueden tener contacto con personas mayores que están contemplando o planeando suicidarse, convirtiendo esta oportunidad en determinante para ofrecerles ayuda”, ha señalado García.
Tanto la guía como el díptico, disponibles en la web del Gobierno de Aragón, surgen del trabajo colaborativo del Instituto de Investigación Sanitaria de Aragón, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales, las direcciones generales de Asistencia Sanitaria y de Salud Pública, el Servicio Aragonés de Salud, el Ayuntamiento de Zaragoza, la Sociedad Aragonesa de Geriatría y Gerontología, y Cruz Roja.
El colectivo más vulnerable
Se estima que entre el 30 y el 50% de los suicidios en las sociedades desarrolladas se producen en mayores de 60 años, constituyendo éste el grupo etario de mayor riesgo. Algunos de los factores vinculados con el suicidio en ellos son las enfermedades crónicas, la pérdida de funcionalidad, los estados terminales de enfermedad, los trastornos mentales (especialmente la depresión), los conflictos en las relaciones interpersonales y la soledad.
En Aragón existe un alto grado de envejecimiento de la población, siendo la quinta Comunidad Autónoma más envejecida de España. Durante el año 2020, la mayor prevalencia de suicidios en nuestra Comunidad se dio en estado civil de soltería (casi el 37%) y el grupo de edad con más prevalencia de suicidio fue el de mayores de 79 años. De los 103 suicidios consumados ese año, 19 correspondían a los mayores de 79 años y otros tantos a personas de entre 70 y 79 años. El grupo de 60 a 69 años sumó otras 13 muertes. En conjunto pues, confirmando los estudios sobre el tema, 44 de los 103 suicidios corresponden a los de más de 60 años.
La percepción subjetiva de un nulo o escaso número de personas con las que puedas contar, es decir, la falta de apoyo social, ha sido descrita como factor de riesgo del suicidio consumado. La Encuesta Europea de Salud (2014) muestra la vulnerabilidad social que presentan los aragoneses de más de 65 años ya que cerca del 14% afirmaba no poder contar con ninguna persona o con un máximo de dos en caso de un problema grave. Empeorando las cosas, la pandemia COVID-19 ha conllevado un incremento de la soledad y de la desconexión social.