La supervivencia entre los neonatos prematuros extremos, aquellos nacidos antes de las 28 semanas de gestación, ha mejorado muchísimo gracias a los avances en neonatología y cuidados prenatales y ronda actualmente el 75% y el 80% en el primer mundo. Y, a su vez, el 75% de los bebés prematuros extremos que sobreviven lo hacen libres de discapacidad moderada o grave.
Sin embargo, las cifras no son todavía óptimas entre aquellos nacidos más cerca de los límites de la viabilidad, antes de los seis meses de gestación, algo que sucede en más de 25.000 nacimientos en Europa cada año. En los casos de prematuridad más extrema, nacimientos con 26 semanas o menos, la supervivencia se encuentra entre el 25 y el 75 % dependiendo de las semanas de gestación. Y un porcentaje elevado de los bebés que sobreviven, puede presentar secuelas que afecten gravemente su desarrollo cerebral, cardiovascular y respiratorio, entre otros.
Según los últimos datos de la OMS, las complicaciones relacionadas con la prematuridad, principal causa de defunción en los niños menores de 5 años, provocan un millón de muertes anuales en el mundo. La razón de estos datos tan elevados es que, antes de los seis meses de embarazo, los pulmones, los intestinos y el cerebro del feto están poco desarrollados.
¿Por qué se produce la prematuridad? ¿Por qué la prematuridad no ha disminuido en el mundo y sigue estancada en la mayoría de países desarrollados (además de ser un problema muy importante en los países en vías de desarrollo)? ¿Qué podemos hacer desde la medicina maternofetal para predecir o prevenir la prematuridad?
Un recién nacido prematuro extremo es, en realidad, un feto que debe sobrevivir en un entorno muy antinatural, fuera del vientre de su madre. Lo importante es que la supervivencia de estos bebés esté libre de secuelas graves o, al menos, con la menor afectación posible para que puedan tener la mayor autonomía posible cuando vayan creciendo.
¿Cómo se afronta desde la medicina maternofetal actual el nacimiento de un bebé prematuro extremo? ¿Cómo se aborda su seguimiento y tratamiento? ¿Qué secuelas pueden afectarle y como lo paliamos? ¿Qué herramientas tienen a su disposición actualmente los médicos y las familias? ¿Qué herramientas se podrían incorporar para el mejor manejo de estos bebés en un futuro cercano y para disminuir las secuelas de un nacimiento prematuro extremo? ¿Qué investigaciones e innovaciones se están llevando a cabo en este sentido? ¿Una placenta artificial podría ser una solución?
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