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Muchas comunidades, incluida Aragón, han vuelto a la "seminormalidad", recuperando aforos y horarios. ¿Está la situación controlada o puede haber ‘sustos’ con variantes como la delta plus?
Sustos puede haber, hemos visto muchas cosas a lo largo de estos casi dos años que hacen pensar que todavía tenemos mucho que aprender de este patógeno. Lo cierto es que ahora mismo, si no aparece ninguna variante que escape a la inmunidad de las vacunas, tenemos una población de susceptibles muy baja. Está casi todo el mundo vacunado.
n España y en otros países hemos tenido un importante número de casos. Eso implica que la probabilidad de que una persona, sea nacional o venga de fuera, contacte ahora con otras susceptibles es cada vez más baja. Pueden pasar cosas, vamos a tener ondulaciones, subidas y bajadas. Si viene una variante nueva obviamente podemos llegar a tener un problema importante, pero lo más probable es que tengamos esas pequeñas ondulaciones, con una tendencia progresiva o a la estabilización o hacia la baja.
¿Se están adelantando debates como el de la eliminación del uso de la mascarilla en interiores?
Tenemos que empezar a pensar en todos estos casos y encontrar el momento adecuado para hacerlos. No podemos hacerlo todo a la vez, tenemos que ver el impacto que tiene cada una de las medidas de relajación. Las mascarillas en exteriores ya prácticamente no se utilizan, se usan solamente cuando no se puede mantener la distancia. Entendemos que probablemente el siguiente paso va a tener que ser eliminarlas completamente en exteriores y a partir de ahí, empezar a valorar la necesidad o no de eliminarlas de interiores.
¿Será ese el siguiente paso?
Hay un paso previo antes de eliminar las mascarillas en interiores, que es quitar las distancias en interiores. Esto probablemente tenga un impacto en la transmisión mucho menor que eliminar las mascarillas, con lo cual, nos interesa ver qué consecuencias tiene. Además, el impacto económico es mucho mayor cuando hay que mantener esas distancias. Por lo tanto, creemos que los pasos hay que darlos, pero no demasiado rápido ni demasiado despacio. Lo que sí hay que hacer es dar uno detrás de otro y valorar el efecto que tienen.
Hay gente, sobre todo jóvenes, que ya han dado ese paso y apenas la usan en interiores...
Llevamos casi dos años de pandemia y la gente está cansada. Los jóvenes se han portado de una forma excepcional hasta que hemos conseguido inmunizar a nuestros mayores y a nuestras personas vulnerables. El aguante de las personas tiene un límite y eso lo entendemos, es normal que después de casi dos años, muchas de las medidas sean muy difíciles de seguir cumpliéndose.
¿Qué plazos manejan?
Si conseguimos cumplirlas lo suficiente como para que sean el complemento que todavía nos falta para terminar de vacunar a los pocos que quedan por inmunizar nos pueden ayudar a no tener sustos. Si vamos dando los pasos progresivamente, sabiendo que hay muchas de las medidas que se están siguiendo de una manera muy precaria ahora mismo y viendo que a pesar de eso el impacto en la epidemia no está siendo hasta el momento excesivo podemos ir avanzando en esa vuelta a una cierta normalidad. Pero tenemos que ser precavidos y estar tranquilos. El que una norma desaparezca no quiere decir que no se pueda aplicar. Es decir, si de pronto se quitan las mascarillas en exteriores como ya se ha hecho no quiere decir que todo el mundo se la tenga que quitar. De hecho, no es obligatorio, pero es bueno que se siga utilizando. Son detalles importantes a tener en cuenta.
¿Serán estas unas navidades tranquilas?
Espero que sí. No sé si serán completamente normales, pero desde luego tenemos unos riesgos mucho menores que los que teníamos el año pasado. Confío en que tengamos unas vacaciones mejores.
En Aragón se han tirado hasta 30.000 dosis. ¿Ha fallado algo en el engranaje teniendo en cuenta que hay países que apenas han tenido acceso a la vacuna?
No. Las vacunas tienen unos tiempos de caducidad determinados. Se ha vacunado muy bien en toda España y en Aragón desde luego que también. De hecho, somos de los mejores países en coberturas vacunales. Que se tengan que desechar algunas cuando pasa su periodo de vida es normal. No creo que tengamos que plantear que eso sea ningún fracaso ni ningún problema del sistema, en absoluto. Es algo que pasa en Sanidad con los productos sanitarios.