El Grupo de Investigación de Neurociencia del IIS gana los Aragoneses en la categoría de Ciencia y Tecnología
10 junio, 2022I3A: 20 años de investigación abriendo fronteras desde la Ingeniería
14 junio, 2022“La salud es un sector de demanda creciente, de alta cualificación, muy intensivo en investigación, que crea de empleo de calidad y es capaz de generar talento”
– ¿Qué es Arahealth?
Es el Cluster de la Salud de Aragón. Nos constituimos en febrero de 2013 y ese mismo año nos acreditamos como Agrupación Empresarial Innovadora (AEI), que es uno de nuestros objetivos fundacionales. En estos momentos somos 45 socios, de los que 36 son empresas que facturan 6.500 millones de euros y cuentan con más de 6.800 trabajadores. A ellas se suman otros nueve colaboradores en diferentes ámbitos. Hay cuatro actividades principales: farma y biotecnología, producto sanitario, equipamiento hospitalario y proveedores de servicios sanitarios y sociosanitarios. Arahealth trabaja para mejorar la competitividad de sus socios a través de la realización de proyectos colaborativos de alto impacto, principalmente en las áreas de innovación e internacionalización. A esto sumamos, en menor medida, otras como formación, empleo o comunicación, todo ello basado en una intensa gestión de relaciones que nos permite desarrollar un clima de conocimiento y confianza entre socios y la creación de redes externas en todos los niveles.
– Arahealth es un ejemplo del modelo de innovación de triple hélice. ¿Qué significa esto?
Denominamos así al modelo de gestión que utilizamos los clústeres. Somos asociaciones empresariales con una estructura ligera que buscan la mejora de la competitividad de un sector concreto, en nuestro caso la salud, en un territorio, Aragón. Para mejorar esa competitividad, la forma organizativa de los clústeres se compone de tres brazos: los centros de conocimiento, academia e investigación; varios departamentos del gobierno autonómico y algunas instituciones; y las empresas. La triple hélice significa crear entornos favorables a la innovación e internacionalización utilizando estrategias de competitividad en las que estén implicadas las tres aspas. Así se consigue que todos trabajemos en un mismo sentido, lo que favorece la generación de riqueza y la especialización regional. Los clústeres que se han creado en Aragón han sido en sectores en los que nuestra región tiene un sustrato empresarial competitivo. En el caso de la salud, es clarísimo el potencial con el que contamos.
– ¿Por qué es importante para el clúster contar con centros de investigación como el IIS Aragón?
Es básico, y no solo por una cuestión teórica del funcionamiento de la triple hélice. El IIS Aragón es necesario en nuestros proyectos de I+D+i en tres papeles principales. El primero es contar con los científicos adecuados que permitan a la empresa incorporar nuevo conocimiento para dar el salto tecnológico en sus productos o servicios y poder seguir en la vanguardia de la innovación. En segundo lugar, el IIS Aragón tiene acceso a toda la red de investigación clínica y este es un valor único en nuestro entorno, ya que en algunos proyectos necesitamos entrar en contacto tanto con los profesionales sanitarios como con sus pacientes. Por último, para estos proyectos es necesario utilizar servicios científico-técnicos que no están disponibles en los laboratorios de nuestras empresas. Por ello, creo que la relación es fundamental y poco a poco debe ir aportando sus frutos.
– ¿En qué proyectos destacados trabajan actualmente?
Acabamos de celebrar una jornada donde 21 socios han presentado proyectos de innovación individual o colaborativos. El año pasado captamos 2 millones de euros en ayuda procedente de diferentes programas de financiación de la innovación para las empresas. Este año ya hemos consolidado los primeros 300.000 euros para dos proyectos, y nos quedan cuatro o cinco líneas más donde acudiremos, con lo que esperamos superar esa cifra este año. En estos momentos estamos con la difusión de los resultados de ‘Predictiva’, que incorpora inteligencia artificial y robotización al proceso de fabricación de plantillas personalizados, liderado por Podoactiva. En ‘Icuprint3D’ añadimos fabricación aditiva y mantenimiento predictivo en el proceso de fabricación de las camas hospitalarias en un proyecto que encabeza Industrias Pardo. En los proyectos’ Neofar’ y ‘Pharmaintegra’, que lideran respectivamente Alliance Healthcare y Novaltia, se utilizan diferentes soluciones de las llamadas tecnologías de la Industria 4.0 en dos proyectos diferentes, cuyo objetivo final es digitalizar la cadena de suministro farmacéutica. En esta línea de 2021, nuestra participación acaba con un proyecto liderado por Inycom, que aplica inteligencia artificial en el diagnóstico patológico, y con la segunda fase del proyecto de Novaltia, que usa drones para reparto farmacéutico en zonas rurales y de difícil acceso.
– La pandemia no solo ha servido para otorgar al sector de la salud la importancia que merece, sino que ha permitido que crezca de manera significativa. En Aragón se han anunciado nuevas implantaciones de empresas, con la consiguiente generación de riqueza y empleo. ¿Cree que esta tendencia se mantendrá?
La pandemia ha puesto al sector en el lugar que le corresponde. Han quedado demostradas dos obviedades: que no hay economía sin salud y que el sector salud puede generar importantes economías. Este importante vínculo entre economía y salud, que ya existía antes, ha cobrado especial relevancia después de la pandemia. Sin duda alguna, es un sector de demanda creciente, de alta cualificación, muy intensivo en investigación, que crea de empleo de calidad y es capaz de generar talento. Además, últimamente, ha coincidido que en Aragón se han anunciado implantaciones de empresas del sector. Esto tiene que ver, por un lado, con nuestras capacidades sectoriales de conocimiento, academia, investigación y empresas; y, por otro, con el impulso que desde los gobiernos autonómico y municipal se está dando a esta actividad con ayudas y facilidades, en una clara apuesta por el sector. También tenemos que hacer valer nuestra posición geoestratégica en el centro del 90% de los centros de decisión sanitarios, industria farmacéutica, sanidad privada, aseguradoras, etc. Además, contamos con un sistema aragonés de salud muy potente y cualificado y unas condiciones generales de base que capacitan a la comunidad para desarrollar un polo de competitividad que intervenga en la transformación digital y otras reformas que el sector necesita para garantizar su sostenibilidad. En Arahealth hemos desarrollado de forma incipiente una idea denominada ‘Aragón Medical City’ que aglutine todas nuestras capacidades y aproveche las oportunidades que ofrece ahora el sector.
– ¿Hacia dónde va el futuro del sector salud?
Es apasionante. Es un sector pilar del estado de bienestar y que tiene mucho recorrido de mejora y ampliación de sus funciones. Una de las principales vías de futuro que estamos constatando en los últimos años es la trasformación digital de los servicios y procesos en todas las actividades y la irrupción de la industria 4.0 en las empresas fabricantes. Hay algunos aspectos muy específicos, como el uso de big data e inteligencia artificial para vigilancia de la salud y detección temprana de tendencias, y, por otro lado, para la optimización de la dedicación y precisión de los profesionales sanitarios, especialmente en el área de diagnóstico médico. A nivel de producción industrial, destaca la impresión aditiva en prototipaje o para producción de todo tipo de piezas en series cortas. Se siguen automatizando procesos y han aparecido nuevas tecnologías robóticas cada vez más autónomas. El mantenimiento predictivo es cada vez más relevante y preciso con la incorporación de sensorización, big data e inteligencia artificial. Además, la distribución se beneficia de la interconexión de sistemas, el seguimiento de flotas y la sensorización para asegurar requisitos legales. También hay que citar la estrategia europea para reforzar la producción local del sector sanitario, en evidencia durante la crisis del coronavirus. A través de los diferentes mecanismos económicos que se fueron poniendo en marcha desde 2020 han llegado ayudas que se han utilizado para reducir los costes de las inversiones que las empresas han tenido que realizar para crear o aumentar su capacidad productiva, principalmente de mascarillas y tests de diagnóstico in vitro. De nuevo ocurre que el gran mercado son los sistemas públicos de salud, donde el principal factor es el precio. Esto ha provocado que se sigan comprando los productos asiáticos importados con precios más competitivos. Tampoco parece que el sector público haya encontrado un mecanismo que le permita comprar de manera preferente la producción local. Toda esta situación ha hecho que las empresas se hayan visto obligadas a tratar de encontrar sus clientes en el mercado privado, de menor dimensión, y complementar con el mercado internacional, siempre más complicado y con mayores costes.