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24 junio, 2020Tras semanas de sedentarismo, alimentación 'caprichosa' y alejados del sol, el cutis continúa en estado de alarma por culpa de estos tapabocas, que lo irritan e impiden que respire.
"En 30 años jamás me había enfrentado a esto", asegura Jerónimo Ors, farmacéutico y director de la conocida marca aragonesa de cosméticos Paquita Ors. Tras estos meses confinados, "el 80% de la gente ha empeorado" el estado de su piel, asegura este experto, quien señala varios factores que lo explican: "El no movernos ha hecho que se generen más toxinas, lo mismo que esas 'comiditas' estupendas, que han elevado los niveles de grasa, también en la piel. Han influido asimismo cuestiones de ánimo, como el estrés, la inquietud o la incertidumbre".
Unas circunstancias que Ors describe como "un cóctel atómico para la piel". En primavera se han añadido los brotes alérgicos. Por si fuera poco, se ha estado particularmente alejado del sol. "La gente parte este año con unos niveles de vitamina D más bajos, además de que no nos estamos exponiendo a los rayos de manera gradual. Y, ojo, porque las mascarillas no protegen de las radiaciones, como se puede pensar", avisa.
Precisamente, todo lo que la mascarilla nos protege contra el virus no la hace con la piel. El tapabocas se ha convertido, y más con las altas temperaturas, en el ingrediente principal ahora de ese cóctel tóxico para la epidermis.
Las quirúrgicas o sanitarias están realizadas con materiales sintéticos que agreden el cutis, particularmente si se llevan mucho tiempo. "Ni los médicos las utilizaban antes ocho horas, como sucede actualmente", dice Ors.
La mascarilla no solo supone un material agresivo pegado al rostro. También ocluye los poros y genera sudor. El resultado: antiestéticos granos o irritaciones. Incluso dolencias más graves como herpes u hongos.
¿Qué se puede hacer?
Desde cosméticos Matarrania, otra marca 'made in Aragón', recomiendan utilizar cremas con ingredientes que no ensucien más aún los poros, como las realizadas con aceites vegetales. También, recurrir a rutinas sencillas y neutras, centradas en la nutrición de la epidermis.
En Paquita Ors apuestan por cremas "que suban las defensas" y que actúen de acuerdo a cada caso: "En unos habrá que desengrasar, como en los que aparecen brotes de acné, y en otros habrá que centrarse, por ejemplo, en hidratar, como en el caso, en general, de las personas mayores".
Ors también propone otras fórmulas que resultan "aislantes" o "calmantes", para aquellas pieles que se irritan por el roce de la mascarilla, que, asegura Ors, puede llegar a hacer un "efecto 'peeling' indeseado. No obstante, este especialista recomienda hacerse mirar el cutis porque "la piel es como el estado de ánimo, puede cambiar a menudo".
Izarbe Cuesta, experta en belleza natural en Karicia de Luna (Paseo de las Damas, 36, Zaragoza), distingue entre diferentes tipos de piel. "Para las grasas, en estos tiempos con mascarilla, es fundamental limpiar la piel con dos exfoliaciones a la semana seguidas de una mascarilla de árbol de té, por ejemplo". El objetivo es evitar la aparición de granos o brotes de acné, que surgen cuando los poros se abren por el calor que se genera con la boca tapada y se ensucian.
En el caso de las pieles sensibles, lo imporante es, dice Cuesta "limpiar y, sobre todo, hidratar". También evitar los productos astringentes.