El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha pronosticado este viernes que en algún momento del año que viene, "muy probablemente en el segundo trimestre", estará disponible una o varias vacunas contra el coronavirus "con garantía y calidad suficiente para poder ser administrada a la población".
El ministro ha apuntado que estos plazos podrían atrasarse "o también avanzarse si los procesos van bien", pero ha situado el horizonte temporal en la primavera de 2021 y ha asegurado que los países de la Unión Europea se están coordinado para negociar conjuntamente y repartir equitativamente las vacunas.
En su intervención en la clausura la 29 Escuela de Verano de Cohesión Social, Ciudadanía y Bienestar de la Diputación de Barcelona, Illa ha subrayado que, mientras no llegue la vacuna o un tratamiento, la población debe acostumbrarse a convivir con el virus "sin miedo pero con respeto". "Hay brotes y seguirá habiéndolos", ha insistido el ministro, que ha enfatizado en la necesidad de detectarlos precozmente y actuar con rapidez para controlarlos. "Mientras no tengamos una vacuna o tratamiento, habrá brotes. Si somos capaces de actuar rápidamente no debe preocuparnos más de la cuenta", ha subrayado.
Además de la rapidez, un factor que ha mejorado desde el inicio de la pandemia, pues ahora el lapso de tiempo entre que aparecen los síntomas y se notifica el resultado oscila entre 1 y 3 días, mientras que antes se tardaba entre 10 y 12, el ministro ha subrayado la importancia de actuar "con contundencia" para contener los brotes.
"Si es necesario, confinando, como se ha hecho en el Segrià (Lleida) o en el distrito sanitario de A Mariña (Lugo), o restringiendo las actividades permitidas, como se hizo en las cuatro comarcas de Aragón colindantes con Lleida", ha apuntado.
Citando los últimos datos disponibles, Illa ha señalado que, desde el fin del estado de alarma, en España han habido 146 rebrotes con 2.823 infectados, de los cuales 97 están activos, con 1.972 casos.
En cuanto a los últimos datos sobre la presión asistencial, ha destacado que mientras en el pico de la pandemia llegaron a registrarse 47.036 hospitalizados, más de 5.700 de ellos en UCI, ahora hay 1.011 personas hospitalizadas, de las cuales 139 están en cuidados intensivos.
"Ha habido una bajada muy importante de la presión en el sistema sanitario. Esto ha funcionado por el confinamiento, que en nuestro caso fue estricto", ha apuntado Illa, que ha insistido en que la cuarentena domiciliaria se ha demostrado como "la única arma que ha funcionado" para controlar el virus.
El ministro ha recordado que en España el confinamiento se endureció "para evitar el colapso de las UCI. Objetivo que se logró, aunque hubo días de saturación hospitalaria, casi llegando a los máximos, sobre todo en Madrid y Barcelona".
En cuanto a las lecciones aprendidas, Illa ha subrayado la importancia de disponer de un sistema de salud público, universal y gratuito -"solo hay que mirar como lo están afrontando los países que no lo tienen", ha señalado-, y ha añadido: "Debemos aprovechar lo que ha pasado para revalorizarla y dotarla de los recursos necesarios".
Ha reconocido que la pandemia ha sido "una lección de humildad" para todos los países que pensaban que podrían controlarla y ha abogado por reforzar los organismos multilaterales internacionales, como la Organización Mundial de la Salud o el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades: "No se puede combatir una pandemia mundial desde la óptica de un único país. O lo resolvemos todos o no se resuelve".