¿La ciencia es salud?
Por supuesto, lo digo como biomédica; pero toda la ciencia está pensada para mejorar la vida.
Pero a veces se juega con ella.
Por desgracia, sí.
¿Cuál es el bulo más increíble con el que se ha topado?
Que haciéndote lavados con agua y sal en la nariz no te contagiabas de covid. Fue al inicio de la pandemia, me lo pasó mi madre por ‘whatsapp’. Había mucho miedo.
La covid ha sido caldo de cultivo para estos ‘fakes’.
Sí, desde luego. Y también han salido voces clamando contra el propio virus, las mascarillas, las medidas de protección y, por supuesto, la vacuna. No sé qué es lo que las alienta, supongo que hay intereses económicos.
Las redes sociales no ayudan.
Depende de cómo las usemos, si sabemos filtrar un poco la información nos pueden ser de mucha ayuda. Hay muchos farmacéuticos haciendo ‘tiktoks’, bioquímicos en Youtube… Pueden ser tanto una ayuda como un problema.
El miedo y las dudas tampoco.
El miedo es un arma muy poderosa para hacernos creer cosas que no son ciertas, esto es entendible también. La incertidumbre es todavía peor. Y es un problema porque en realidad la ciencia lleva unos tiempos, que con la covid hemos tenido que acelerar.
¿Cómo se puede hacer más atractiva y entretenida la ciencia?
La ciencia está en nuestro día a día. No solo en la salud. Hay que apelar a la emoción y al humor.
¿Del laboratorio a la calle?
Ojalá, eso me gustaría, porque tengo esa parte de investigadora científica: trabajo en una institución pública, mi contrato lo financia el Ministerio de Ciencia. Siento que le debo a la sociedad saber en qué se gastan sus impuestos.
¿Desde pequeña tuvo claro a qué se quería dedicar?
Biotecnología como tal apareció en la Universidad de Zaragoza justo el año antes de acabar el instituto. Quería estudiar Farmacia, veía a esas señoras, con sus elegantes batas blancas, que te daban cosas mágicas que te ponían bien. Claro, yo quería hacer eso.
¿Y por qué Biotecnología?
Porque es muy multidisciplinar, combina un montón de saberes científicos distintos.
¿Cómo se puede atraer a las chicas al campo científico?
Cada vez hay más mujeres en ciencia, sobre todo en el tema biomédico. Creo que necesitamos referentes, igual que para mí fueron esas mujeres de la farmacia. Pero también asegurar que la mujer pueda seguir y progresar en la carrera científica.
«Necesitamos asegurar que la mujer pueda progresar en la carrera científica»
¿Queda mucho por investigar sobre cáncer?
Por desgracia, sí. Yo preferiría no tener trabajo.
¿Aplica las 3D a la oncología?
Así es, con un modelo tridimensional de la barrera macroencefálica hacemos una estructura lo más parecida a la real, para estudiar si se acelera el proceso de los fármacos para glioblastoma, un tipo de tumor cerebral.
Con 30 años recién cumplidos le acaban de conceder un premio nacional por su trabajo. ¿Cómo lo ha recibido?
Es un reto por todo lo que queda por delante. Es un orgullo y un honor, algo totalmente inesperado. También aporta cierta presión, me anima a seguir investigando por las personas que tienen cáncer, a seguir visibilizando y romper estereotipos y mitos en torno a las mujeres científicas y sobre todo a intentar acercar la Biomedicina a la sociedad.
¿A qué estereotipos se refiere?
Hay muchos. Cuando pensamos en un científico lo primero que nos viene a la cabeza es un señor con gafas y bata blanca, y eso existe, pero en ciencia hay mucho más. La ciencia es diversa.
¿Y cómo se divulga la ciencia?
Lo más importante es sentir pasión por lo que estás contando, transmitir que está en nuestro día a día. No verla como algo complicado o aburrido. Yo personalmente explico para mí, me gusta pensar en cómo aprendía las cosas la Inés del pasado para poder luego explicarlas bien.
Fuente: Heraldo de Aragón
Foto: Inés Mármol, en el paseo de la Independencia. ®FRANCISCO JIMÉNEZ.