Empecemos por el principio, ¿es el desayuno la comida más importante del día?
No tiene por qué. No es imprescindible comer si no se tiene hambre. Puede ser una buena oportunidad para incluir alimentos de buena calidad. Si es así, adelante. Si por el contrario tu desayuno se compone de alimentos ricos en azúcares y de baja calidad, habría que planteárselo.
¿Desayunamos mal?
Una buena parte de la población consume ya la dosis diaria recomendada de azúcar libre, 25 gramos según la OMS. En lo que se refiere al desayuno se suelen tomar malas elecciones.
Supongo que esto tiene que ver con en el aumento de la obesidad.
Son varios factores los que intervienen. Vivimos en un ambiente obesogénico que ha provocado la pérdida del mecanismo de hambre y saciedad. Estamos rodeados de comida y alcohol y muchas veces no comemos porque tengamos hambre sino por el placer que nos aporta o por la situación en la que nos encontramos. Y, encima, estos alimentos no suelen ser frutas y verduras, sino productos ultraprocesados y ultrapalatables.
¿En qué hay que fijarse para acertar con la lista de la compra?
Hay que diferenciar entre alimentos frescos, procesados pero saludables y ultraprocesados. En estos se utilizan grandes cantidades de azúcar, de grasas como el aceite de palma y de sal. A veces las marcas utilizan un marketing que confunde al consumidor, por lo que debemos fijarnos en la lista de ingredientes: si aparece alguno de estos, en cualquiera de sus formas, mejor dejarlo donde estaba.
¿Cuál es la clave de una alimentación equilibrada?
Sobre todo que te guste, que la puedas llevar a largo plazo. No sirve de nada que tus propósitos empiecen en septiembre y los tengas que retomar el día de Año Nuevo. A partir de ahí, la base es que sean alimentos frescos.
Y la dieta vegetariana, ¿es sana?
Cualquier tipo de alimentación será saludable siempre que esté bien planificada. El único déficit que puede tener alguien que siga una dieta vegana o vegetariana es la vitamina B12, y esto se soluciona con suplementación.
Hablemos de mitos, ¿cuál es el más peligroso?
Todos en los que se acabe restringiendo o prohibiendo un alimento por miedo. Hay quien, por temor a engordar, deja de consumir hidratos de carbono, legumbres, frutas; alimentos que en realidad son nutritivos y necesarios.
He leído que un zumo de naranja engorda más que una cerveza...
Puede que el primero tenga más calorías, pero lo que importa aquí es la calidad del alimento. Comparar una bebida alcohólica con un zumo... Eso sí, es mucho mejor comer la pieza de fruta entera.