Actualmente, la resistencia a los antimicrobianos en general es responsable de 33.000 muertes anuales en la Unión Europea, con un coste de 1,5 billones de euros en atención médica y pérdidas de productividad. La bacteria Helicobacter pylori (Hp) es uno de esos patógenos que están registrando un importante incremento de cepas resistentes a antibióticos. Esto, unido al hecho de que la mitad de la población mundial sufre infecciones gástricas causadas por Hp que son un factor de riesgo de cáncer gástrico, ha llevado a la OMS a calificar de prioritario encontrar nuevos compuestos antibacterianos capaces de hacerle frente.
En este contexto se enmarca el proyecto Inhibidores de flavodoxinas para matar bacterias resistentes (Flav4amr), dotado con 1,1 millones de euros. Una colaboración hispano-franco-alemana reúne la experiencia y los recursos necesarios para producir nuevos compuestos antimicrobianos listos para entrar en ensayos clínicos. Una proteína llamada flavodoxina está en el punto de mira.
Javier Sancho, catedrático de Bioquímica e investigador del Instituto de Biocomputación y Sistemas Complejos (BIFI), lidera este proyecto centrado en el papel de la flavodoxina. Esta proteína esencial de Helicobacter pylori fue identificada en su día por su equipo como una nueva diana farmacológica. De confirmarse, podría utilizarse para el desarrollo de nuevos compuestos antimicrobianos que se conviertan en nuevos antibióticos en el mercado.
"El objetivo final de nuestro proyecto es desarrollar nuevos inhibidores de flavodoxina con actividad antimicrobiana, para Hp y otros patógenos que muestran importantes problemas de resistencia, y que puedan llegar al mercado en un plazo razonable", destacó Sancho durante la primera reunión del equipo de trabajo, celebrada recientemente en el Campus Río Ebro.