¿Con qué objetivos llega a la presidencia del Colegio de Médicos?
Por una parte, conseguir revitalizar el colegio, reactivarlo en cuanto a la ilusión y participación. Y, por otra, trabajar en la defensa de la profesión: desarrollar la actividad de la forma más eficiente y eficaz para el paciente y disponer de los recursos adecuados necesarios para ofertar la mejor atención posible para mejorar así la relación médico-paciente.
Todo el mundo es consciente de que ha habido un deterioro. Ya se había resentido un poco este pilar básico de la atención médica, y a pesar de todo no se habían podido tomar las medidas adecuadas para intentar reconducir esta situación. Con la pandemia todavía se ha tensionado más.
¿Y cómo se puede mejorar?
Básicamente, con un cambio organizativo: mejorando la accesibilidad de los pacientes a la atención médica, que sientan que se le atiende de una forma adecuada, con una dotación de medios conveniente, con tiempos ajustados, con más profesionales... Hay que realizar una labor de pedagogía, haciendo entender a los pacientes el alcance de decisiones o actuaciones que haya que tomar y la limitación de la disponibilidad de recursos para que no se empleen innecesariamente o no se haga un mal uso de ellos. Es labor de todos.
La covid ha condicionado la actividad asistencial. ¿Qué problemas puso sobre la mesa?
Se generó un incremento del volumen de pacientes en espera de ser atendidos que se sumaba a los que ya estaban. Se reanudó la actividad paulatinamente, y llevamos un tiempo a pleno rendimiento, pero estamos peor que cuando empezamos, y cuando empezamos no estábamos bien.
¿Habla de demora para cirugía?
Pero no solo eso. Hablo de consultas médicas, no solo hospitalarias.
¿En qué situación se encuentra la Atención Primaria?
Está en una situación muy crítica porque tenía un lastre de base importante con plantillas ajustadas y gran sobrecarga. Esta estructura ya de por sí al límite sufrió una fuerte tensión durante la pandemia, por saturación y colapso. Los centros de salud han seguido trabajando, con jornadas maratonianas, aunque la población sentía que la atención se había paralizado. Era un contrasentido brutal.
¿La consulta telefónica puede sustituir a la presencial?
Nunca. La puede complementar en determinados casos, pero no puede sustituir a la consulta tradicional, a la relación del médico con el enfermo: poder percibir de forma directa aspectos que el paciente puede no saber expresar o a los que no le da importancia.
¿La experiencia de la covid obliga a adecuar los recursos ante posibles nuevas emergencias?
Puede volver a ocurrir en cualquier momento, pero eso no puede ser a expensas de las necesidades actuales. No podemos morirnos de hambre hoy para alimentarnos mañana. El sistema tiene que satisfacer la demanda del presente, que supone atender lo pasado, aquello acumulado, sin dejar de mirar al futuro. Lo ideal sería atender lo necesario con una previsión para el futuro.
¿Cómo se podría poner solución a la abultada lista de espera quirúrgica, con 7.861 pacientes con una demora superior a 180 días?
Hacen falta más recursos y la forma de gestionarlos pasaría, primero, por aumentar el rendimiento del sistema público. Probablemente ni siquiera sería suficiente con eso, por lo que se opta por recurrir a externalizar esa parte que el propio sistema no es capaz de atender. Habría que optimizar los recursos del sistema sanitario para poder conseguir unos rendimientos mucho más eficientes. Esa es la realidad.
Y además aumenta la demanda de atención sanitaria.
Así es. Va aumentando la demanda porque la población envejece y van apareciendo más patologías. La demanda sanitaria está aumentando en una medida desproporcionada al incremento demográfico, pero no crecen en la misma escala los recursos sanitarios. Hay que ir planteando las necesidades de atención a pacientes crónicos, se hacen medidas que probablemente no sean suficientes. Las autoridades sanitarias tendrán que evaluarlo y hacer una planificación adecuada de las necesidades e intentar actuar en consecuencia.
El Colegio de Médicos defiende los intereses de más de 7.300 profesionales. ¿Qué iniciativas prevén impulsar a corto plazo?
Continuar con la oferta formativa, que es muy importante. Es modelo a nivel nacional. Se está avanzando en la teleformación. Tenemos que mejorar la actividad de cooperación internacional. Nos gustaría conseguir un grupo de colegiados jóvenes con afán de promover algún tipo de iniciativas en este sentido, que pudiera implicarse más. Es una parte de la colegiación tradicionalmente con desafecto por el colegio.
El nuevo presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza prometió en su toma de posesión una "reflexión profunda" de aspectos claves, como la Ley Orgánica de regulación de la eutanasia, la Ley de derechos y garantías de las personas en el proceso de morir o la Ley sobre técnicas de reproducción humana asistida, así como combatir las denominadas pseudociencias o pseudoterapias. "Son medidas legislativas, y la ley hay que cumplirla, nos guste o no", asegura. Pero hay que tener en cuenta, además, "el derecho del profesional a la objeción de conciencia".
"Hay que ser muy riguroso y aportar al paciente toda la información y recursos para intentar que si decide libremente adelantar el fin de sus días sea después de haber tenido a su disposición todas las opciones posibles", indicó: "Trasladar a la persona que sufre las distintas alternativas a su alcance para intentar aliviar su situación".