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Es ingeniero, pero vamos a hablar mucho de Medicina. ¿Cómo encajan estas piezas?
La Ingeniería es hoy uno de los pilares en los que se apoya la investigación en Medicina. La salud es el gran reto que los ingenieros tenemos por delante. Hemos ido muy rápido en las comunicaciones o en los transportes, pero en la salud se avanza más lento de lo que nos gustaría.
¿En qué aspectos concretos puede ayudar la Ingeniería a la Medicina?
¿Podemos hacer algo nosotros para mejorar ese entorno mecánico de nuestras células?
Suena a un mundo nuevo de posibilidades.
Siempre se han tratado estas enfermedades con un enfoque químico, pero no tanto de ambiente. Sí se hace para otras dolencias, ya que un fisioterapeuta aplica una terapia mecánica. Eso podríamos extenderlo para tratar otras enfermedades.
Es una mirada novedosa.
Abrimos otra perspectiva para ver un mismo problema. Pero esta perspectiva no puede, ni debe, despreciar todo lo que se sabe. Hay que trabajar de forma acoplada para que se tengan en cuenta.
¿Cómo ven los médicos este nuevo enfoque? ¿Lo consideran una ayuda o una competencia?
Puede ser que al principio hubiera reticencias. Es difícil establecer colaboraciones, porque el vocabulario y los conceptos son diferentes. Pero siempre he tenido una recepción muy buena en el ámbito médico. Casi tuvimos más reticencias en el ámbito de la ingeniería.
¿Por qué?
Había ingenieros que no acababan de ver que la mecánica esté influyendo en los procesos biológicos. Los médicos sí le dan relevancia, y ahora recibo cada vez más invitaciones para participar en sus congresos. Lo que pasa es que como lo ven lejano, es difícil.
Ha recibido una subvención europea de 2,5 millones para investigar tratamientos contra el cáncer. Casi nada.
Queremos estudiar el sistema inmune, que es quien nos debe proteger. Pierde eficacia en ambientes mecánicos agresivos o rígidos.
Volvemos a su famoso entorno mecánico de las células.
Eso es, intentamos abordar cómo el ambiente mecánico afecta a las células del sistema inmune.
Cuando se recibe una subvención tan grande, ¿se siente presión por conseguir resultados?
Muchísima. Es un gran puzzle en el que quieres que todo encaje, que todo salga bien para conseguir resultados. En ello estamos.
¿Está la investigación maltratada en España?
Sí que lo está. Veo déficit no tanto con la gente que empieza en investigación, sino con los que se quieren consolidar. En España se hacen buenos investigadores, pero luego la consolidación es difícil.
¿Qué se juega un país al apostar o no apostar por la ciencia?
Su futuro. El dinero que se invierte en investigación en otras potencias es muy importante, así que España y Europa deben saber que esto es el futuro de nuestros hijos.
Fuente: Heraldo de Aragón