En mayo usted avisaba en una entrevista de que no podíamos bajar la guardia ante el coronavirus y tres meses después hay gente que parece que la crisis sanitaria no va con ella e incluso hay manifestaciones antimascarillas en nuestro país. ¿Qué les diría a quienes de ese modo se comportan?
Lo primero que me viene a la mente es el viejo refrán de que no hay peor sordo que el que no quiere oír. La situacion sanitaria de la covid-19 ha sido parte de nuestra vida de una manera continua los últimos meses. Se estima que unos 30.000 españoles y mas de 820.000 personas a nivel mundial han muerto a consecuencia directa del virus, y en unas condiciones lamentables al no poder tener a sus seres queridos en los últimos momentos. Digo a consecuencia directa porque no tenemos información precisa de aquellos que han fallecido de otras enfermedades como consecuencia del colapso sanitario provocado por la covid-19, lo que llamamos el exceso de mortalidad y que se estima en otros miles de personas en el país.
Por lo tanto, aquellos que niegan el virus o la necesidad de mascarillas deberían entender mejor como se sienten aquellos que han perdido padres, madres, abuelos, abuelas, seres cercanos y queridos a consecuencia de ese virus que, de acuerdo a sus ideas, "no existe" o de no proteger y protegernos con algo tan sencillo como una máscara facial. Evidentemente, no usan mascarilla facial pero sí tapaojos y tapaoídos.
Nos olvidamos de la historia muy fácilmente. Si miramos atrás hubo pandemias peores que la actual en términos de vidas, como la que ocurrió hace unos 100 años y a la que se le dio el nombre erróneo de 'gripe española'. En aquella época no se contaban con los medios tecnológicos y sanitarios que contamos hoy en día y acabó cobrándose entre 20 y 50 millones de vida a nivel mundial, pero sí que contaban con las máscaras y con las medidas higiénicas (lavarse y mantener las distancias) que seguimos recomendando un siglo más tarde y algo tan elemental evitó que murieran incluso muchos más. Son medidas con eficacia demostrada a través de los siglos, por lo menos desde la peste negra.
"Las mascarillas, mantener la distancia y lavarse las manos son medidas con eficacia demostrada a través de los siglos, por lo menos desde la peste negra"
España lidera en estos momentos los contagios en Europa. ¿Por qué cree que es así? ¿Qué no estamos haciendo bien?
Hemos bajado la guardia en momentos en que el ataque seguía. ¿Por qué lo hemos hecho? En parte por cansancio, en parte por la necesidad de sentir la "normalidad". Se ha juntado con la época de las vacaciones, del buen tiempo, de fiestas de un tipo u otro. En Zaragoza también parte del aumento haya sido por las condiciones de vida de los temporeros, como ha ocurrido en otros países. En otros países quizá no existe ese componente tan fuerte de socialización, que habitualmente es muy positivo pero que en circunstancias así se vuelve contra nosotros. Nuestra dependencia del turismo también ha forzado la situación. Aunque no pienso que los contagios actuales tengan como causa principal el turismo externo. Así pues, no hay una razón única.
¿Cómo se ve la situación de España desde Estados Unidos?
Bastante mal. España aparece diariamente en los periódicos mas importantes como lo son 'The New York Times', 'Washington Post' y 'The Wall Street Journal'. Este último dedicaba hace un par de días un largo artículo a la situacion en Zaragoza. Los titulares de prensa tienen un sabor similar: ¿qué ha hecho mal España?
La covid no nos ha dado tregua en verano. ¿Qué prevé que pueda pasar este otoño?
Adivinar no es mi fuerte, especialmente con algo que es un saco de sorpresas. Creo que basado en lo que estamos viviendo estos días, nos vamos a encontrar en una situacion con menos mortalidad que la primera ola. No sabemos por qué exactamente, y también tenemos que recurrir a una serie de situaciones probables como el hecho de que hay un gran número de personas que se lo toman en serio y que toma precauciones. Tampoco se ha producido el desbordamiento de los hospitales. Relacionado con esto, está que la edad media de los contagiados es menor lo que también disminuye la casuística grave. En algunos países también se habla de que el virus ha mutado y es menos maligno, pero no lo sabemos realmente. Y está la gran incognita de las escuelas.
"Estaremos en un tira y afloja hasta que tengamos las vacunas y las usemos, probablemente hacia el final de la primavera
(si todo va a la perfección)"
En resumen, a falta de terapias y vacunas lo que nos queda es la precaución; si conseguimos mantenerla seguiremos en una situacion más o menos como la actual. Si fallamos en ello, tendremos otra ola y lamentablemente la posibilidad de tener que imponer confinamientos parciales para que no se convierta en tsunami. Probablemente estaremos en un tira y afloja hasta que tengamos las vacunas y las usemos, probablemente hacia el final de la primavera (si todo va a la perfeccion). Aunque las encuestas indican que el 30% de la población no está muy convencida de ponérselas.