Las capacidades viso-espaciales son útiles para dibujar, abotonar una camisa o planificar una ruta
Investigadores señalan que gracias a tecnologías inmersivas pueden ser maleables habilidades que son dispares entre hombres y mujeres
Saber por qué los hombres y las mujeres tienen diferentes habilidades en algunas tareas es un tema controvertido en el que todavía no hay consenso científico. Una de las áreas estudiadas es la de las capacidades viso-espaciales, en la que diversos estudios han mostrado que los hombres sobresalen en ciertas actividades, como son las rotaciones mentales o la cognición espacial egocéntrica –aquella en la que los elementos en el espacio se localizan usando como referencia el propio cuerpo en vez de usar otros objetos–. Sin embargo, las causas todavía son desconocidas. Según una editorial reciente publicada en acceso abierto en la revista científica Frontiers in Virtual Reality, el motivo detrás de esta diferencia no es exclusivamente biológico y puede cambiarse a través de estrategias que pueden eliminar esa disparidad.
La capacidad de formar imágenes visoespaciales es una habilidad cognitiva requerida para movernos en un espacio o para tener percepción de profundidad y distancia. Esta capacidad es útil, por ejemplo, para dibujar, abotonar una camisa o hacer la cama. También sirve para planificar una ruta y desplazarse a través de un espacio hasta un destino, a través de un “procedimiento basado en información sensoriomotora sobre la posición de un individuo en el espacio, las distancias entre el yo y el objeto y el automovimiento, que permite una secuencia de puntos de referencia, giros y cambios de dirección que se deben adquirir, así como un conjunto de asociaciones lugar-acción que se deben memorizar”.
Investigadores de la Universitat Oberta de Catalunya, las Universidades de Barcelona y Zaragoza, del Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) y del centro de Atención e Investigación de Socioadicciones de la Red pública de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat de Catalunya han concluido que las diferencias entre hombres y mujeres en las habilidades visoespaciales no son inamovibles. A través de intervenciones adecuadas, que abarcan desde programas de capacitación en niñas y niños de Primaria hasta cursos de visualización espacial en estudiantes de Ingeniería, se han logrado mejoras significativas. En algunos casos, estas operaciones reducen las brechas de género hasta eliminarlas en muchas tareas espaciales.
“Cuando aparecieron los primeros estudios destacando las diferentes habilidades espaciales por género, el mundo académico, que también tiene sus prejuicios, se volcó en las explicaciones biológicas y evolutivas”, explica Magdalena Méndez López, profesora e investigadora del Departamento de Psicología y Sociología de la Universidad de Zaragoza. “Pero, al mirar más de cerca, vemos que el tema es más complejo de lo que parece a primera vista. Las diferencias son muy maleables. Por eso es importante investigar por qué ocurren y si se pueden eliminar ya que se podría conseguir mayor igualdad y quizá mejorar ciertos procesos de declive cognitivo”, añade.
La realidad virtual como herramienta para reducir las diferencias
Uno de los aspectos más impactantes que se destacan en la editorial es el papel de la realidad virtual en la mejora de las habilidades espaciales. Los estudios presentados muestran cómo esta tecnología proporciona un entorno inmersivo que permite evaluar y mejorar la representación mental de mapas cognitivos y la orientación espacial.
A este respecto, Magdalena Méndez López, investigadora adscritaenel Instituto de Investigación Sanitaria Aragón (IIS Aragón) señala que la comunidad científica debe explorar el uso intencionado de la realidad virtual para entrenamiento y exposición, aprovechando sus virtudes para mejorar la comprensión de conceptos espaciales de manera deliberada. “Un ejemplo de cómo la realidad virtual es un recurso estupendo para mejorar la comprensión y el aprendizaje en entornos educativos y con conceptos de componente espacial son los estudios con aplicaciones sobre estructuras anatómicas. Estas aplicaciones permiten visualizar estructuras complejas, de manera inigualable, cómoda y envolvente, por lo que benefician de forma equitativa a hombres y mujeres”.
No obstante, la investigadora subraya que “también es importante considerar las posibles diferencias entre personas acostumbradas o no acostumbradas a estas tecnologías. En ocasiones, por preferencias de juegos, por ejemplo, los chicos tienen un mayor grado de experiencia previa con videojuegos, lo que les hace probar experiencias con realidad virtual donde hay que controlar información espacial de una forma más relajada, por lo que pueden aprovechar mejor esas situaciones de aprendizaje”.
La realidad virtual puede ayudar, además, a estudiar los prejuicios que ahondan las diferencias. Al permitir el uso de avatares masculinos y femeninos, o de diferentes edades –niño, joven, adulto o persona de la tercera edad–, algunas investigaciones han explorado la importancia de los estereotipos en el desempeño de las funciones con resultados sorprendentes. Asumir un género, aunque sea virtual, parece tener un efecto en nuestra capacidad de respuesta.
“A diferencia de las competencias en comprensión lectora, las competencias visoespaciales se asocian más con tareas técnicas como las que se desarrollan en la Ingeniería o Arquitectura, con un fuerte componente lógico-matemático y, por ende, se asume que como los hombres son mayoría en esos ámbitos, son los que poseen ese tipo de competencias”, afirma Pierre Bourdin, profesor e investigador de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
“Este tipo de creencias y expectativas sociales sobre las competencias intelectuales de niños y niñas funcionan muchas veces a nivel inconsciente, y son caldo de cultivo para que se produzcan diferencias en rendimiento académico, abandono y fracaso escolar, elección de estudios y profesión, horas de ocio y tiempo libre, entre otros muchos aspectos. Sin obviar el peso de otros aspectos socioculturales y contextuales que influyen para que dichas diferencias efectivamente se produzcan”, Milagros Sáinz, investigadora líder del grupo de Género y TIC, del Internet Interdisciplinary Institute de la UOC.
Una investigación con utilidad social
Los autores de la editorial de Frontiers in Virtual Reality reclaman mayor investigación en este campo para poder esclarecer las múltiples cuestiones todavía no resueltas. En el ámbito biológico, varios estudios –algunos de ellos estudiando las diferencias entre ratas machos y hembras en laboratorio–, advierten diferencias en la ejecución de ciertas tareas espaciales pero las causas concretas son difíciles de establecer. En el aspecto sociocultural, también necesitamos conocer mejor los aspectos que fomentan las desigualdades y las herramientas que pueden ayudar a reducirlas.
La investigación en este campo revela la intrincada naturaleza de las habilidades espaciales y su potencial maleabilidad. A pesar de las diferencias de género observadas en el pasado, se ha abierto una posibilidad para cambiarlas. Con diversas tecnologías a nuestra disposición, es posible que pronto alcancemos el objetivo de reducir o eliminar las disparidades de género en las habilidades espaciales en niñas y mujeres en comparación con los hombres. Además, los descubrimientos para mejorar las habilidades espaciales también podrían ser útiles para combatir algunos deterioros cognitivos en enfermedades como el Alzheimer. Todo ello son avances que beneficiarán a la sociedad en su conjunto.
Foto: Nick Seagrave / unsplash.com
Fuente: Universidad de Zaragoza