Fuente: La Razón, E. Lunar
La actividad física regular es fundamental para prevenir y ayudar a manejar las cardiopatías, la diabetes de tipo 2 y el cáncer, así como para reducir los síntomas de la depresión y la ansiedad, disminuir el deterioro cognitivo, mejorar la memoria y potenciar la salud cerebral. Las estadísticas de la OMS muestran que uno de cada cuatro adultos y cuatro de cada cinco adolescentes no realizan suficiente actividad física lo que se ve reflejado en nuestra calidad de vida.
Las nuevas directrices recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
La ciencia también ha logrado medir también el tiempo que necesitamos para que nuestro entrenamiento se traduzca en una pérdida de peso. Un estudio realizado a hombres y mujeres con sobrepeso revela que el ejercicio puede ayudarnos a bajar de peso, en parte al remodelar las hormonas del apetito; sin embargo, el estudio sugiere que, para que funcione, hay que fijar un tiempo mínimo para quemar al menos 3.000 calorías a la semana. En el estudio, ha logrado resolver la ecuación tiempo-efectividad y se establece que debemos ejercitarnos seis días a la semana durante una hora o unos 300 minutos a la semana.
¿Cómo influye el deporte en nuestra esperanza de vida? ¿Cuántos años ganamos si hacemos deporte en lugar de ser sedentarios?
En los últimos años se intuía, por diferentes estudios epidemiológicos, que la actividad física podía aumentar la esperanza de vida entre 2 y 4 años. Sin embargo no se había cuantificado exactamente los años de esperanza de vida ganados según diferentes niveles de actividad física. Y en base al Índice de Masa Corporal. Un equipo de investigadores dirigido por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos ha logrado poner cifras a los beneficios del ejercicio físico, gracias a una muestra de más de 650.000 personas.
El estudio, que fue publicado por PLOS Medicine, llegó a la siguientes conclusiones:
Entre 2 y 7 años. Hacer hasta 75 minutos por semana de actividad física moderada, como caminar rápidamente, aumenta la esperanza de vida 1,8 años. Niveles más altos de actividad física se asocian con mayor esperanza de vida. Andar más de 450 minutos por semana a buen ritmo, aumenta la esperanza de vida hasta 4,5 años en comparación con no hacer nada. Es más, si una persona con un peso normal (IMC entre 18,5 y 25) es muy activa (+150 minutos por semana de actividad moderada) vivirá 7,2 años más. A diferencia de una persona con obesidad de grado II (IMC>35) y completamente sedentaria.
Es muy interesante destacar que una persona obesa de grado II muy activa tiene la misma esperanza de vida que una persona con normopeso y sedentaria. Y una persona obesa de grado I (IMC entre 30 y 34,9) muy activa vivirá 3 años más que una persona con normopeso y sedentaria.
Si en vez de andar rápidamente o hacer un esfuerzo moderado realizamos un ejercicio vigoroso, entonces son necesarios menos minutos semanales de actividad para alcanzar los mismos beneficios en cuanto a la esperanza de vida, según la citada investigación. ¿A qué esperas para moverte?