Con motivo del Día Mundial del Ictus, el 29 de octubre, el Grupo de Investigación en Neurociencias del IIS Aragón, que tiene un área específica de desarrollo en enfermedades neurovasculares, comparte algunos de los estudios pioneros que se realizan en este campo en Aragón
El ictus es uno de los problemas sanitarios de mayor importancia a nivel global. Representa la segunda causa de muerte a nivel mundial y la primera de discapacidad permanente en la edad adulta. En Aragón, en 2022, hubo 2042 ingresos por esta causa, constituyendo la primera causa de muerte en mujeres, además de tener un coste sanitario asociado a discapacidad de alrededor de 199 millones de euros.
Datos como los anteriores ratifican la importancia de que la investigación, destinada a un mejor conocimiento, cuidado y manejo de esta patología, es crucial dentro del sistema sanitario de nuestra Comunidad Autónoma. En este sentido, el Grupo de Investigación en Neurociencias del IIS Aragón, liderado por el Dr. Javier Marta, tiene un área específica de desarrollo en enfermedades neurovasculares y con motivo del Día Mundial del Ictus, el Dr. Herbert Tejada, coordinador de dicha área, nos habla de los estudios que se han realizado y están haciendo en este campo.
En los últimos años, la investigación referente al manejo agudo del ictus isquémico en Aragón se ha consolidado como un campo de desarrollo multidisciplinar e interhospitalario, centrado en mejorar la asistencia. Gracias a su enfoque integral, se ha podido incorporar sus resultados dentro de un sistema de mejora continua, buscando desarrollar estrategias sanitarias adaptadas a las características específicas de Aragón. “Creemos que es fundamental conocer y comparar nuestros resultados para poder mejorarlos. Así, pudimos adaptarnos rápidamente al reto de mantener la atención al ictus durante la pandemia COVID (con varias publicaciones al respecto en revistas internacionales) y en los últimos 5 años lograr aumentar en 55% la tasa de pacientes tratados por año mediante trombectomía mecánica, consiguiendo además mejorar de forma significativa los resultados obtenidos en el pronóstico funcional de estos pacientes”, anota Herbert Tejada. En el caso del otro tratamiento de reperfusión disponible, la fibrinolisis intravenosa, se ha podido diseñar un proceso asistencial con el que más de la mitad de los pacientes que reciben este tratamiento puedan hacerlo en menos de 45 minutos desde su llegada a la Urgencia (en comparación con cerca al 10% de ellos que era lo que ocurría previamente), lo cual es de especial relevancias en patologías como el ictus, cuyos resultados son tiempo dependiente.
En lo que respecta al estudio del ictus isquémico en adultos jóvenes (personas menores de 50 años), Aragón dispone de la cohorte de estudio más grande de España, conformada actualmente por 1213 pacientes, cuyo análisis nos ha permitido obtener datos relevantes como el hecho de haber detectado un aumento en la tasa anual de ingresos hospitalarios/100000 habitantes pasando de 11,5 en 2015 a 15,5 en 2020. También se ha objetivado en esta cohorte una prevalencia de cáncer seis veces mayor a la descrita para su grupo etario en España.
El diagnóstico y tratamiento de las enfermedades inhabituales suele ser un desafío en la práctica médica, la angiopatía de Moyamoya se encuentra dentro de las enfermedades neurovasculares pertenecientes a este grupo. El trabajo titulado “Moyamoya en Aragón: epidemiología y calidad de vida autopercibida” (que se publicará próximamente en Revista Neurología) se convertirá en el único trabajo indexado que valora la prevalencia de esta entidad en una comunidad autónoma española. En dicho estudio, además de encontrar una prevalencia hasta tres veces superior a la esperada en Aragón, se ha valorado la salud autopercibida de estos pacientes, un aspecto fundamental para garantizar una asistencia sanitaria personalizada. “Este estudio también nos permitió recoger información fundamental para diseñar un circuito asistencial (actualmente puesto en marcha) que brinde una atención multidisciplinar integral y equitativa a los pacientes con esta patología en toda la Comunidad Autónoma”, destaca el doctor Tejada.
La demencia vascular es la segunda forma más frecuente de demencia, después de la enfermedad de Alzheimer, y tener un ictus duplica el riesgo de padecerla. Las secuelas neurocognitivas del ictus son a menudo más incapacitantes que la limitación física. No todos los individuos que tienen un ictus desarrollaran demencia o deterioro cognitivo, pero son muy frecuentes. Conocer los factores que aumentan este riesgo es muy importante y son los que se investigan en la cohorte de pacientes IctusCOG, a la que se han sumados hospitales de otras Comunidades Autónomas como Madrid, País Vasco y Navarra. Esta cohorte es la única española entre las más de 30 incluidas en la iniciativa internacional StroKog. Actualmente se cuenta con los datos de aproximadamente 60 pacientes, esperando llegar a los 300, y los resultados iniciales del análisis de esta cohorte se presentarán en el próximo congreso europeo de enfermedades neurovasculares.
Además de las líneas de investigación previamente descritas, el grupo de investigación en Neurociencias está involucrado en proyectos I+D financiados por el Instituto Carlos III y participa distintos ensayos clínicos nacionales e internacionales que contribuyen al desarrollo del conocimiento en la patología neurovascular. También estamos iniciando proyectos de análisis de bioseñales en colaboración con el grupo Bsicos de la Escuela de Ingeniería además de formar parte de redes nacionales de investigación como la RICORS – ICTUS y alianzas estratégicas como las del grupo NORDICTUS que abarca 8 Comunidades Autónomas del Norte de España.