Endocrinos, genetistas, cardiólogos, pediatras... son algunos de los especialistas, con las consiguientes pruebas médicas, por los que han tenido que pasar varios de los bebés a los que por un error de una farmacéutica se les administró crecepelo (minoxidil) en lugar del protector gástrico omeprazol.
Así, un lote con la fórmula magistral de omeprazol, que resultó no serlo, ha convertido la solución al reflujo del lactante en la pesadilla de sus familias, que vieron cómo sus niños presentaban hipertricosis, conocida como la enfermedad del hombre lobo.
Esta historia convertida en pesadilla tiene como protagonista el principio activo del omeprazol suministrado por Farma-Química Sur, que resultó presentar un "fallo de identidad", al estar mal etiquetado y ser en realidad minoxidil, un vasodilatador para bajar la tensión y que se prescribe como crecepelo.
Este fármaco se utilizó como protector de estómago de varios bebés de Granada hasta que el Centro Andaluz de Farmacovigilancia recibió el 25 de julio la alerta por una lactante que tenía los mismos síntomas de otros tratados con un omeprazol retirado por provocar hipertricosis, lo que activó la ampliación de la alerta el 6 de agosto.
Ángela Selles es una de las madres que dio a su bebé el omeprazol para reducir el reflujo del lactante y que, según ha explicado a Efe, medicó con "total desconocimiento" a su hijo cuando pretendía sanarlo.